Recuerdan el terror de Múnich 1972
5 de septiembre de 2012
El recordatorio se llevó a cabo en los lugares clave donde se desarrolló la tragedia. Entre los más de 500 invitados estuvieron presentes el ministro del Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, el viceprimer ministro de Israel, Silvan Schalom, el ministro presidente de Baviera, Horst Seehofer, y el presidente del Comité Olímpico Alemán y vicepresidente del Comité OIímpico Internacional, Thomas Bach, junto con Charlotte Knobloch, presidenta de la Comunidad Judía de Múnich, quienes pronunciaron discursos de homenaje y depositaron ofrendas florales. Además, Horst Seehofer anunció la creación en Múnich de un espacio de homenaje a la memoria de las víctimas israelíes del atentado.
Recuerdos del horror
Dos sobrevivientes de aquellos sucesos también recordaron aquellos días aciagos. La casa de Shaul Ladany está en la pequeña ciudad de Omer, en el desierto israelí de Negev, y parece un verdadero museo. El atleta guarda en vitrinas las numerosas copas ganadas durante su larga carrera. Por todas partes cuelgan distinciones y diplomas, especialmente los que recuerdan a las Olimpíadas de Múnich en 1972. Hoy, 40 años más tarde, este ingeniero de 76 años tiene tan presentes los acontecimientos como si todo hubiese sucedido ayer.
En la madrugada del 5 de septiembre un amigo lo despertó con la terrible noticia: un grupo de terroristas árabes había tomado como rehenes a once atletas israelíes en la aldea olímpica. Shaul Ladany solo atinó a salir de su apartamento, y vio a una mujer policía dialogar con un joven con sombrero en el apartamento de al lado. La agente le pedía al joven “comportarse con humanidad”, a lo que el joven respondió. “Los judíos tampoco son humanos”. Fue entonces que Ladany comprendió que estaba frente al captor de sus compañeros. Entonces, reaccionó cerrando sigilosamente la puerta de su vivienda, esperando haber pasado inadvertido.
Escaparon de la muerte
Ladany, que durante su infancia fue prisionero en el campo de concentración de Bergen-Belsen y logró sobrevivir al Holocausto solo por un hecho fortuito, recuerda todo lo sucedido ese 5 de septiembre con asombrosa claridad. Los terroristas habían tomado a los 11 deportistas israelíes prisioneros en las viviendas contiguas a la suya, y acribillaron a dos de ellos porque se habían resistido al principio.
Tampoco Shlomit Nir Toor puede olvidar los cruentos sucesos. La nadadora tenía entonces 19 años, y su entusiasmo inicial por las Olimpíadas no tardó en convertirse en horror e indignación. Como vivía en un edificio exclusivo para mujeres, también logró salvarse de los atentados. Pero fue testigo del traslado de los rehenes en helicóptero. “Recuerdo muy bien la última vez que vi a mis amigos”, dice. Los atletas israelíes y sus entrenadores fueron llevados hasta el noveno piso de un edificio, desde donde pudieron ver los dos helicópteros en los que los terroristas habían solicitado trasladar a sus rehenes. Su plan era ir con ellos hasta el aeródromo de Fürstenfeldbruck, desde donde volarían hacia El Cairo. “Esa fue la última vez que vimos a nuestros compañeros”, relata la deportista con tristeza infinita.
Unas horas más tarde, la delegación israelí recibió la triste noticia de que los nueve rehenes, junto con un policía alemán y cinco terroristas, habían fallecido en el tiroteo que se produjo durante el intento de liberación de los atletas en el aeródromo de Fürstenfeldbruck. Once deportistas israelíes fueron víctimas mortales del atentado del grupo terrorista palestino autodenominado “Septiembre negro”.
Homenaje a las víctimas
Desde el atentado, hace 40 años, Ladany y Nir-Toor participan regularmente en los homenajes a la memoria de los atletas víctimas del atentado. Shlomit Nir-Toor, que hoy trabaja en el ministerio israelí del Deporte, se empeñó activamente para que durante la apertura de las Olimpíadas en Londres 2012 se hiciera un minuto de silencio en homenaje a los atletas. Lamentablemente, sin éxito alguno, debido a la negativa del Comité Olímpico.
Sin embargo, sí se realizaron varias conmemoraciones al margen de los Juegos Olímpicos de Londres, pero el minuto de silencio oficial durante la inauguración les fue denegado, a pesar de que también las viudas de dos de los deportistas víctimas del ataque terrorista lo solicitaron. “Nuestros esposos venían del país incorrecto y pertenecían a la religión incorrecta”, dice una de las viudas con gran amargura. También Nir-Toor y Ladany se sienten decepcionados, pero no dejan de demostrar su agradecimiento a las autoridades de Múnich, que dedicaron a las víctimas un monumento impactante y destacado en el área del Parque Olímpico de esa ciudad. Como dijo Thomas Bach, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, "el atentado en Múnich cambió el mundo. Desde entonces vivimos bajo la permanente amenaza del terror".
Autora. Bettina Marx/ Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas-Sasse