Referéndum contra “il cavaliere atómico”
12 de junio de 2011Tras la catástrofe de Fukushima, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo haberse convencido del peligro que encierran los reactores atómicos incluso en un país de alto nivel tecnológico. Y enmendó su rumbo: la gobernante que había dispuesto prolongar la vida útil de los reactores en Alemania, pasó a promover decididamente una desactivación de las plantas nucleares del país. Muy distinto es el caso del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que en 2009 sentó las bases para el retorno de Italia a la energía nuclear, desechada por la ciudadanía en un referéndum en 1987, bajo el impacto del desastre de Chernóbil.
Moratoria poco fidedigna
Justamente al cumplirse 25 años del accidente de Chernóbil, Berlusconi opinó que “la energía nuclear sigue siendo la más segura del mundo”. Más aún: a fines de mayo, Berlusconi reiteró su convicción de que “el futuro está en la energía atómica”, aunque reconoció que no se puede hacer nada contra el temor de la ciudadanía, puntualizando que “también en Alemania se extendió la psicosis del peligro nuclear tras Fukushima, y mal que bien el gobierno ha tenido que adaptarse”.
Quizás por eso, los opositores a la energía nuclear no dieron mucho crédito a las medidas adoptadas por el gobierno de Roma, que en abril congeló sus planes de reactivar el programa atómico para la producción de electricidad. Tampoco aceptaron el argumento de que esa medida hacía innecesario un referéndum al respecto. Protestaron. Y los tribunales les dieron la razón.
Referéndum contra Berlusconi
El tema de la energía nuclear es el más emocional de esta consulta popular en Italia, pero no el único. Otras tres materias son también parte de este referéndum, impulsado por la oposición: la privatización de las empresas de agua, sus tarifas y la ley del legítimo impedimento, que puede eximir a los ministros de asistir a juicios en su contra.
Este último asunto atañe directamente a Berlusconi, envuelto en varios procesos judiciales, de manera que la oposición no ha podido resistir la tentación de plantear esta convocatoria a las urnas como un referéndum contra el jefe de gobierno, que ya salió mal parado de las últimas elecciones municipales. “Está claro que una ola de votos por el ‘sí' será un golpe, quizás el último (para Berlusconi) e incluso para su liderazgo en el partido”, señaló este domingo el diario de negocios Il Sole 24 Ore.
La abstención decidirá
Ante esta perspectiva, Berlusconi ha asegurado que el desenlace de la votación “no tiene nada que ver con el gobierno”. Además resolvió apostar por un aliado que podría resultar eficaz: el abstencionismo. Él mismo adelantó que no concurriría a votar.
La oposición, por su parte, se ha volcado a movilizar a la gente con manifestaciones, cadenas humanas y llamados en Facebook y Twitter. El desinterés puede ser su mayor enemigo, en vista de que se requiere más del 50% de participación para que la consulta sea válida. Un quorum que no se ha logrado en los 6 referendos de los últimos 16 años.
Autora: Emilia Rojas /dpa,afp, reuters
Editora: Claudia Herrera Pahl