“Medina se beneficia de la debilidad de los partidos”
12 de mayo de 2016Este domingo 15 de mayo, la República Dominicana elegirá a un nuevo presidente. Los habitantes del país caribeño están llamados a las urnas para votar unos 4.000 cargos públicos, incluyendo los miembros del Congreso Nacional.
Las encuestas vaticinan una cómoda victoria electoral del actual presidente Danilo Medina Sánchez, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien sería reelecto con un 63 por ciento de los votos. Apenas en junio de 2015, la Cámara de Diputados derogó la reelección alterna, dejando vía libre a la reelección directa del mandatario.
En opinión de Nathanael Concepción, director del Observatorio Político Dominicano, la alta aceptación de Medina y el Partido de la Liberación Dominicana se debe al crecimiento sostenido de la economía nacional y la estabilidad macroeconómica en la última década.
Falta “alternativa creíble”
“Medina se beneficia de la debilidad de los demás partidos”, sostiene por su parte Günther Maihold, de la Fundación Ciencia y Política. Según el politólogo alemán, la preferencia electoral no es un voto de convicción ni se debe a que el balance de la actual presidencia sea tan positivo, sino que los demás partidos no han logrado representar una “alternativa creíble”.
Luis Abinader Corona, candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y principal rival de Medina, obtiene cerca de un 30 por ciento de intención de voto. Durante su campaña electoral, el político de 48 años apostó por la seguridad ciudadana e incluso fue asesorado en la materia por el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani.
Entre los demás candidatos presidenciales -ocho en total- destacan también Soraya Aquino Campos (Partido de Unidad Nacional) y Minerva Tabárez Mirabal (Alianza por la Democracia), las primeras candidatas femeninas en más de un siglo. Esta última es hija de fundadores del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que luchó por el derrocamiento del dictador Trujillo.
Una oposición fragmentada
Como consecuencia de la fragmentación de la principal formación opositora en 2014, hoy día el panorama político dominicano carece de una oposición fuerte, explica Maihold. Además, “el partido gobernante supo atizar la discordia entre los demás candidatos y partidos”, agrega. De ahí que el politólogo no vea que haya un candidato capaz de lograr un cambio político.
Nathanael Concepción detalla que, con excepción de Abinader, ningún candidato de la oposición obtiene más de un 2 por ciento de intención de voto. “Pese a que el presidente Medina podría ganar las elecciones con un amplio margen, se sumaría al contexto político del próximo cuatrienio un nuevo líder de la oposición, que sería Luis Abinader”, agrega.
Retos futuros
En entrevista con DW, Maihold indica que el gobierno de Medina no ha logrado solucionar los problemas migratorios con la vecina Haití y los descendientes de haitianos en la República Dominicana: “Estamos lejos de una solución y esta situación será una carga para Medina durante un posible segundo mandato”.
El narcotráfico es otro de los problemas que enfrenta el país caribeño. La expansión de nuevas rutas de la droga que pasan por la República Dominicana y las consecuencias que resultan de estas estructuras criminales, “sobre todo la corrupción y la infiltración de las autoridades estatales, amenazan masivamente la convivencia en el país”, dice el politólogo alemán.
El director del Observatorio Político Dominicano también considera que la seguridad ciudadana es uno de los principales desafíos, así como el incremento de los ingresos del gobierno, una mejor asignación del gasto público a través de un pacto fiscal y un crecimiento más inclusivo para reducir la desigualdad.
Despierta el “gigante”
En opinión de Maihold, el “despertar del gigante” cubano está teniendo un fuerte impacto en la región del Caribe, puesto que la desviación del turismo masivo hacia Cuba y su apertura hacia los Estados Unidos podrían acarrearle considerables problemas a los países caribeños más pequeños. De ahí el significado de las elecciones en la República Dominicana, ya que este país puede contribuir a impulsar una relación con Cuba que beneficie a todos los países de la región.
Nathanael Concepción agrega que el país se ha “consolidado en la región como un actor de mayor peso en el ámbito internacional” y ocupa la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).