Hacia la unión fiscal
9 de diciembre de 2011Croacia está oficialmente aceptada en la Unión Europea. “Esto subraya que la Unión Eurpea no ha perdido atractivo y que cada esfuerzo por Europa y por el euro vale la pena”, declaró ante la prensa una cansada canciller alemana, Angela Merkel, al final de la segunda jornada de la cumbre en Bruselas. Ésta, marcada por la búsqueda de la salida de la crisis, de la inestabilidad y del acoso de los mercados financieros, también albergó la ceremonia solemne en que los 27 representantes de los Estados Europeos aceptaron - después de un largo proceso - a su futuro socio número 28.
Resultados del encuentro
Un freno formal al endeudamiento, de ser posible anclado en las Constituciones; control presupuestario llevado a cabo por las instituciones europeas; multas en caso de incumplimiento de las reglas de la Unión Fiscal; adelantar un año la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad y que éste no tenga capacidad bancaria; un traspaso de 200 mil millones de euros al Fondo Monetario Internacional para conceder líneas de crédito a países europeos en aprietos y un nuevo mecanismo de decisión: éstas son parte de las medidas acordadas, que hasta marzo de 2012 habrán tomado la forma del acuerdo intergubernamental entre los 17 países de la zona euro más otros seis voluntarios. Acerca del alcance legal de "sólo" un acuerdo intergubernamental y no un Tratado se levantan ya las primeras voces críticas.
¿23 o 26?
Con todo, Suecia y República Checa no se han cerrado a la posibilidad de unirse a la unión fiscal, sólo requieren autorización nacional. En el caso de Hungría también existe la probabilidad de que se una a la unión fiscal. Es decir, “todos menos uno hemos acordado un tratado intergubernamental que va a fortalecer la Unión Europea y con ello a España”, así lo resumió José Luis Rodríguez Zapatero al final de su última cumbre europea como jefe de Gobierno de España, uno de los países más afectados por la crisis.
Acostumbrados a la excepción británica
Las largas horas de negociaciones no llevaron a la solución global para estabilizar la zona euro y recobrar la credibilidad de la Unión Europea. El “sí” a un nuevo Tratado que pusiera en el papel la unión fiscal –propuesta de Alemania y Francia- sucumbió a la negativa británica. Las exigencias de Londres eran demasiado altas. Con todo, “David Cameron está consciente de que la economía de Gran Bretaña también está supeditada a un euro fuerte”, subrayó la canciller Merkel. Pero, la negativa de Cameron estaba anunciada y, en resumen, los socios europeos están acostumbrados –como lo dijo la misma líder alemana- a las reticencias de Londres cuando de dar pasos hacía más Europa se trata.
No obstante, “hemos logrado tomar un nuevo rumbo en el largo camino que nos llevará hacia la unión fiscal”, decía la canciller, recordando que justo hace 20 años se firmó el Tratado de Maastricht en donde se decidió optar por una moneda común.
Así, a pesar del mal sabor que deja la negativa británica, los líderes europeos califican positivamente el encuentro y, en palabras de despedida de Rodríguez Zapatero, de un paso más “a medio camino de perfeccionar la arquitectura de la unión monetaria”.
Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina-Valencia