Rusia cede: se investigará el uso de armas químicas en Siria
12 de septiembre de 2015
La aprobación del Kremlin de una investigación conjunta de las Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) llegó este viernes (11.09.2015) en una carta que el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, dirigió al Secretario General de la organización internacional, Ban Ki-moon.
La oficina de prensa del Secretario General confirmó la recepción de esta carta y publicó un comunicado en el que indicaba que daba la bienvenida a las novedades y que llevaría a cabo sin demora “todos los pasos, medidas y acuerdos necesarios para un comienzo rápido y un funcionamiento pleno” de la investigación.
El arranque de la investigación, aprobada por el Consejo de Seguridad en agosto, había sido postergado por las objeciones de Moscú, que buscaba ampliar el alcance de ésta para abarcar las acciones del Estado Islámico en Irak. Según la agencia AFP, varios diplomáticos también indicaron que a Rusia le preocupaba la financiación de la investigación y las garantías de que la soberanía de su aliado sirio fuese respetada.
Reuters recogió las opiniones de otros diplomáticos que incidieron en la precaución rusa ante la posibilidad de que la investigación acabase confirmando las acusaciones occidentales y del bando rebelde sobre el uso continuado de armas químicas, incluido el mortal gas sarín, por parte de las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar Al Assad.
Acuerdo de 2013
El régimen sirio aceptó destruir su arsenal de armas químicas en 2013, en una maniobra para evitar los ataques aéreos estadounidenses, después de que cientos de civiles muriesen como resultado de un ataque con gas sarín. Este compuesto organofosforado es utilizado como arma química debido a su extrema potencia como agente nervioso.
Desde entonces, la OPCW ha descubierto que el uso de clorina ha sido “sistemático y repetido” durante el conflicto sirio, pero actualmente no tiene mandato para realizar acusaciones. Una investigación independiente encargada por la ONU había determinado previamente que el gas sarín se había utilizado repetidamente, pero estaba demasiado limitada para señalar un culpable.
Tanto el gobierno sirio como el bando rebelde han negado el uso de armas químicas en el conflicto, que ha durado ya casi cuatro años y medio.
EAL (Reuters, AFP)