Cumbre Rusia-UE
1 de junio de 2012La canciller alemana, Angela Merkel, recibió este viernes al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Berlín. Alemania y Rusia tienen posiciones divergentes en temas como la crisis en Siria y el sistema antimisiles de la OTAN. Sin embargo, el auge del comercio bilateral entre ambos países se mantiene. Y el 3 de junio el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, viajará en compañía del presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy, a San Petersburgo, donde Putin será el anfitrión de la cumbre Rusia-Unión Europea. El tema central del encuentro será, sobre todo, conocerse mejor, según Fernando Valenzuela, embajador de la UE en Moscú, en conversación con Deutsche Welle. En Bruselas, el encuentro es visto como una oportunidad de hablar con Putin por primera vez después de las elecciones y obtener “una apreciación general” de las relaciones entre Rusia y la Unión Europea.
“Una situación que va desmejorando”
Esta cumbre no será de rutina, ya que se lleva a cabo con el trasfondo de una ola de protestas en Rusia que no se daban desde hace casi 20 años. Miles de personas salen a manifestar a las calles, sobre todo de Moscú, debido a una supuesta manipulación de los resultados electorales, en diciembre de 2011. Gran parte de la clase media rusa tampoco aceptó la victoria del presidente Putin en marzo de 2012, y la UE tachó a ambos procesos electorales de antidemocráticos. El panorama es complicado, ya que la policía de Moscú reprime con dureza las protestas. Catherine Ashton, la comisionada de Asuntos Exteriores de la UE, que también estará presente durante la cumbre, criticó a mitades de mayo la detención y condena de líderes de la oposición.
La situación de política interior en Rusia podría sí ser un tema en el encuentro en San Petersburgo, dice Fernando Valenzuela, que espera “una discusión bastante directa”. Pero, ¿cuán directa será la crítica de Barroso a Putin? “Creo que para algunos de los que estarán presentes, la situación va desmejorando”, dice Sascha Tamm, director de la sede de la Fundación Friedrich Naumann en Moscú. En la UE, Putin es considerado un presidente debilitado que está perdiendo autoridad en el propio país. “Por el otro lado”, subraya el experto, “está bien afirmado en el poder”. Si bien Tamm no excluye que las relaciones entre Moscú y Bruselas “se enfríen un poco”, no cree que se produzca una confrontación directa. “Creo que será business as usual”, dice.
Sea como fuere, la actitud de la UE frente a Rusia parecería ser más cuidadosa que frente a otras repúblicas de la ex Unión Soviética. Al contrario de lo que sucedió en Kiev, en diciembre de 2011, en San Petersburgo no se realizará un encuentro de la cúspide de la UE con representantes de la oposición ni de la sociedad civil, según dejaron entrever círculos cercanos a la UE.
Conflicto sirio, en primer plano
Tampoco Vladimir Putin querrá comenzar su tercera presidencia con un conflicto con Bruselas. Todo lo contrario. Sus primeros contactos políticos hacia el exterior se dirigen justamente hacia Europa. Luego de haber cancelado sus viajes a las cumbres del G8 y de la OTAN, a fines de mayo, y de sus cortos viajes a Berlín y a París, este viernes, la reunión del jefe del Kremlin con los líderes de la UE se centrará en cuestiones globales, internacionales y bilaterales, según fuentes diplomáticas rusas.
Pero hay un tema que, debido a su gravedad, seguramente estará a la orden del día: Siria. Tras la escalada de violencia en ese país, la UE espera que Rusia abandone su posición crítica en el Consejo de Seguridad de la ONU y apruebe una resolución firme. Moscú había vetado dos veces una decisión de ese estilo en los últimos meses porque rechaza una intromisión en el conflicto sirio. “Pero luego de los últimos sucesos en Siria, podría imaginarme que Rusia intentará hacer alguna concesión a la UE”, dice Sascha Tamm. Sin embargo, el experto cree que un cambio fundamental en la posición rusa es más bien improbable.
Junto con Siria, Irán es otro de los aliados de Rusia en Cercano Oriente, y su política nuclear debería ser, según expertos, otro de los temas de la cumbre Rusia-UE. En Moscú se espera una nueva ronda de negociaciones a mitades de junio acerca del programa atómico iraní.
¿Nuevo comienzo luego de ingreso de Rusia la OMC?
La actual situación económica y la crisis europea serán, asimismo, focos importantes en las conversaciones de la cumbre, opina Fraser Cameron, ex asesor de la Comisión de la Unión Europea y experto en Rusia. Moscú posee gran parte de sus reservas en euros y querrá saber de primera mano “qué pasa en la eurozona”. Las relaciones entre Rusia y la UE han mejorado mucho en los últimos años, asegura el embajador de la UE en Moscú, Fernando Valenzuela. Pero siempre hay posibilidades de mejorarlas, y la economía fue siempre uno de los temas sobresalientes. Fraser Cameron, por su parte, afirma que se continuará con la “Sociedad para la Modernización de Rusia”, acordada por el antecesor de Putin, Dimitri Medvédev, en Bruselas y Moscú.
Otro paso importante es el ingreso de Moscú a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en diciembre de 2011. Si el Parlamento ruso lo aprueba, eso podría formalizarse en los próximos meses. “El acuerdo con respecto a la OMC es suficiente para sentar las bases de un nuevo comienzo”, dice Cameron. Según el experto, también podría acelerar las negociaciones acerca de un nuevo acuerdo Rusia-UE.
Más facilidades para visados
Parte de ese acuerdo podría tener por objetivo la anulación del visado para ingresar a la Unión Europea, de acuerdo con el deseo de Moscú. Y Vladimir Putin podría colocar ese tema nuevamente sobre la mesa. Pero los expertos no aguardan grandes cambios al respecto en la cumbre de San Petersburgo. “No es una cuestión política, sino más bien técnica”, opina Cameron. Para poder entrar sin visa, Rusia debería introducir el uso de pasaportes biométricos. Solo así sería posible renunciar al visado.
Autor: Roman Goncharenko/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López