Santi Vila, el posible heredero de Puigdemont
3 de noviembre de 2017Santiago Vila Vicente (foto), a quien todos llaman Santi Vila, es el rostro amistoso del separatismo catalán. Esto ahora le da una buena posición de partida para convertirse, tal vez, en el futuro presidente de Cataluña. Vila fue el único miembro de los ministros del gobierno regional catalán que había renunciado cuando el enfrentamiento de Puigdemont con Madrid fue demasiado lejos.
"Mis intentos de diálogo han fracasado una vez más", había tuiteado Vila tras su renuncia. De hecho, en las semanas en que el estado de ánimo entre Barcelona y Madrid estaba en auge, Santi Vila seguía pidiendo moderación y diálogo. Y a diferencia de su exjefe, también mantiene estrechos contactos personales con importantes políticos madrileños tanto del Partido Popular como de los socialistas.
Así como Santi Vila mismo señaló en una entrevista de radio, él ha estado hasta hace poco tratando de negociar un acuerdo: nuevas elecciones en Cataluña, si, a cambio, Madrid no activaba el Artículo 155 de la Constitución, el cual pone a la región bajo el control directo del Gobierno central. Pero ni Puigdemont ni el jefe de Gobierno de España, Mariano Rajoy, quisieron ceder. Ahora, aparentemente Santi Vila ha roto con Puigdemont; nadie en la dirección del partido sabía nada sobre su escapada a Bélgica, aseguró Vila.
Pensar en dimensiones históricas
Pero incluso si ambos hombres han elegido caminos diferentes, su objetivo los une: la independencia de Cataluña. Vila quiere llegar a ella "desde una posición moderada". "El separatismo es legítimo, pero debe ser defendido dentro de la ley", dijo a Sexta Televisión. La precipitación de Puigdemont ha hecho retroceder la causa común, y cree: "Tenemos que estar tranquilos ahora. Queríamos llevar a Cataluña a las puertas de la independencia, pero lo hemos echado atrás, ya que no se tiene la autonomía", dijo, refiriéndose al hecho de que Cataluña está siendo administrada temporalmente por Madrid.
Santi Vila confía en la paciencia. Y pensar en dimensiones históricas ciertamente viene a través de su estudio de historia, la cual también enseñó antes de convertirse en político, primero en una escuela secundaria, luego en la Universidad de Gerona.
Puigdemont ha perdido su autoridad
Antes que nada, Santi Vila quiere convertirse en jefe del gobierno regional después de las nuevas elecciones en Cataluña el 21 de diciembre. Y está convencido de que él es la persona adecuada: "Tengo el equipo, el apoyo y la determinación", dijo hace unos días en la estación RAC 1, donde también agregó querer "dar voz a los moderados". El hecho de que su partido, el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), haya anunciado desde el lunes que participará en las elecciones, significa que ha aceptado las condiciones de Madrid, y que ha renunciado a Puigdemont.
En términos de política partidaria, Santi Vila ha recorrido un largo camino: desde la Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), que recuerda la orgullosa historia de la lucha contra Franco, se trasladó a Convergència y Unió, el partido predecesor de Puigdemont, el PDeCAT, que combina un programa de centro derecha con el objetivo separatista.
La dirección del partido parece no tener problemas con su candidatura a pesar de la renuncia. El portavoz del PDeCAT, Josep Lluís Cleries, ha comentado sucintamente sobre las ambiciones de Vila: "Tiene todo el derecho a hacer su candidatura". Lo que muestra, a su vez, que Puigdemont ha perdido su autoridad.
Se lamenta del "autoengaño y la ingenuidad"
Santi Vila ha sido severo con sus compañeros –sin nombrar quiénes específicamente– en la lucha por la independencia. Según él, algunos han sucumbido al "autoengaño", han "demostrado una ingenuidad asombrosa para su edad" o han dejado en claro que la independencia es "inmediata", "fácil" o "gratuita". Vila cree que hay que reconstruir desde ceros la causa del separatismo catalán. "La gente está exhausta", dijo, "prevalece la confusión ideológica". Aunque defiende un camino hacia la independencia "sin compromiso", se trata de hacer esto "bien" y dentro de la ley.
En las elecciones del 21 de diciembre, con tres grandes objetivos programáticos, Santi Vila ha pedido "defender las instituciones y el autogobierno" (es decir, un retorno al anterior estatuto de autonomía), una "amnistía" para garantizar que "el conflicto pueda resolverse políticamente" sin que la fiscalía esté involucrada, y la concesión de un referéndum "reconocido por el Estado (español) y las instituciones internacionales".
Especialmente la última demanda, será, sin embargo, un hueso duro de roer. Lo que también muestra cuán peores son las condiciones para los separatistas catalanes con respecto al modelo a seguir de Vila, la del Partido Nacional Escocés (SNP). En este caso, el mismo Gobierno británico, bajo David Cameron, permitió a los escoceses votar por la independencia –con un resultado negativo–; concesiones que no se esperan que vendrán desde Madrid.
Autor: Christoph Hasselbach (few/jcg)