Se despide una leyenda
22 de octubre de 2006Michael Schumacher, el hombre que cambió la Fórmula Uno con su forma de pensar y actuar, disputó en Sao Paulo, Brasil posiblemente su último Gran Premio, dejando tras de si quince años en los que ha conseguido casi todas las marcas posibles, sobre todo la de sus siete mundiales, los cinco últimos consecutivos.
Schumacher no ha podido despedirse como hubiera querido, en lo más alto del podio y con un nuevo título mundial, pero lo ha hecho a lo grande, con una remontada espectacular desde el vigésimo al cuarto puesto tras un pinchazo en la octava vuelta de las 71 de que constaba la carrera y consiguiendo la vuelta rápida en su penúltimo giro.
Carrera de triunfos
El alemán llegó a la Fórmula Uno a finales de agosto de 1991, en el Gran Premio de Bélgica, el circuito más exigente. El irlandés Eddie Jordan fue quién le dio la oportunidad de debutar al volante de uno de sus coches. Logró el séptimo puesto en la formación de salida entre los 26 participantes y no completó la primera vuelta por un problema en el embrague.
El talento de Michael Schumacher, que ya había demostrado al volante de los prototipos Mercedes que hacía correr el suizo Peter Sauber, no pasó inadvertido y Flavio Briatore, director de la escudería Benetton, no dudó en ningún momento arrebatar el piloto a Jordan.
Un año tardó Schumacher en lograr su primera victoria, en Bélgica en 1992, venció en Portugal al año siguiente y no fue hasta 1994 cuando luchó por el campeonato del mundo.
"El fin justifica los medios"
La temporada 1994 fue una lucha entre Schumacher y el británico Damon Hill de la escudería Williams.
Quién era y quién iba a ser Michael Schumacher se vio en la última prueba del campeonato, en Australia, donde se jugaba el mundial con Hill. Se salió de la pista cuando era líder, rompió la suspensión de su Benetton, regresó a la pista como pudo y cuando el británico estaba a su altura para adelantarle, le golpeó y ambos quedaron eliminados, pero ganó el mundial por un punto de ventaja.
Schumacher arrasó al año siguiente y cerró su ciclo con Benetton. Era el mejor piloto del momento y fichó por una escudería Ferrari en horas bajas a la que se llevó buena parte de los ingenieros que habían trabajado con él en Benetton como Ross Brawn y el diseñador Rory Byrne.
El francés Jean Todt se hizo cargo de la dirección deportiva y el objetivo era el de conseguir el título mundial de pilotos que no conseguían desde.
En Barcelona, bajo un diluvio, lograba su primera victoria para Ferrari, pero en ese primer año nada pudo hacer frente a los Williams-Renault de Damon Hill, que ganaba el título que le arrebató en 1994, y el canadiense Jacques Villeneuve.
Tarjeta roja a Schumi
Si en Australia logró su primer título de un certero golpe, no le ocurrió lo mismo en 1997 en el Gran Premio de Europa disputado en el circuito español de Jerez de la Frontera donde repitió la jugada con Jacques Villeneuve, que tuvo más suerte que Damon Hill y logró terminar la prueba, mientras Schumacher terminaba fuera de la pista.
Aquella acción le valió ser excluido del mundial de ese año. El Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil consideró que la acción fue 'instintiva y no premeditada' y gracias a eso no le sancionaron para el de 1998.
Época de esplendor
La época de mayor esplendor de Michael Schumacher y Ferrari llegaría en el año 2000, cuando el alemán lograba su tercer título y daba comienzo a una dictadura que nunca antes había conocido la Fórmula Uno.
Primero igualó los cinco campeonatos mundiales del argentino Juan Manuel Fangio y luego cerró el ciclo con cinco consecutivos conseguidos al final de la temporada 2004.
La era de Fernando Alonso
Dormido en los laureles Ferrari no pudo dar un coche competitivo a Michael Schumacher el pasado año y Fernando Alonso terminó con la dictadura del alemán.
Esta temporada que acaba de finalizar Michael Schumacher ha vuelto a disponer de un coche competitivo y ha luchado por recuperar su hegemonía y demostrar que, a pesar de los títulos y las victorias, el fin justifica los medios y así en Montecarlo detenía el coche en mitad de la curva de La Rascasse, para evitar que Fernando Alonso le arrebatara el primer puesto de la formación de salida.
Se retira Michael Schumacher, el más laureado y el más sancionado en la historia de la Fórmula Uno.
Es difícil imaginarse al alemán fuera de las pistas. Quizá Michael Schumacher se tome la próxima temporada de descanso y vuelva en 2008, porque hasta hoy ha demostrado que no solo ha sido el mejor piloto en el pasado, sino también en el presente junto a Fernando Alonso.