“Se está destruyendo el modelo social europeo”

La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC, por sus siglas en inglés), con sede en Bruselas integra a 85 sindicatos de los 27 países miembros de la Unión Europea y de otros nueve países europeos. Desde mayo de 2011, Bernadette Ségol, licenciada en Filosofía, es jefa de esa organización, y anteriormente fue presidenta del Sindicato Europeo de Empleados Estatales y Telecomunicaciones.

Deutsche Welle: La Confederación Europea de Sindicatos llamó a huelgas y protestas para este miércoles, 14.11.2012, combinándolas por primera vez con huelgas generales en Portugal y España. ¿Cuántas personas y de qué países cree usted que participarán de las manifestaciones de protesta y de las huelgas?

Bernadette Ségol: Treinta y cinco países participan de diversas formas de este día de protestas conjuntas. En España, Portugal, Italia y Grecia se realizan huelgas, pero también en otros países. Es un día muy importante para nosotros.

Huelgas en el sur de Europa, y reuniones sindicales en el norte. ¿Son esas las muestras de solidaridad que esperaba?

Es importante que se los miembros del ETUC hayan decidido por unanimidad llevar a cabo estas medidas en toda Europa. La protesta se puede diferenciar en su forma, pero el mensaje es el mismo: tenemos que cambiar el curso. Necesitamos crecimiento y empleo. Esa es la clave. El tipo de medida da igual, lo importante es el mensaje.

¿Cuánta gente estima que tomará parte en las protestas en toda Europa?

Es difícil hacer ese tipo de pronósticos, pero soy optimista. Las noticias de los sindicatos miembros de la ETUC son muy positivas. Espero que participe tanta gente como sea posible.

¿Contra qué exactamente protestan los sindicatos? ¿Contra los gobiernos que dictan medidas de ahorro, contra los bancos, que dejaron de comprar bonos de España e Italia, o contra gobiernos como el alemán, que, según usted, no hacen lo suficiente a fin de rescatar a países sobreendeudados?

Protestamos contra un determinado tipo de política, como la política de austeridad, a través de la cual se reducen los salarios. Se trata de un atentado a la paz social, ya que así se destruye la relación entre los sindicatos y las empresas. Es un ataque que mina todo tipo de seguridad en la sociedad, y es algo que pasa, sobre todo, en el sur de Europa, pero no únicamente allí. El modelo social europeo que logramos establecer con tanto esfuerzo está siendo destruido. Tarde o temprano, eso también afectará a los países que hoy todavía no viven esas dificultades, como Alemania. El abaratamiento de los costos salariales, que ya se están aplicando en el sur de Europa, provoca una gran presión en los sueldos y en las condiciones laborales y sociales. Pero también se trata de la solidaridad. No podemos aceptar que sean los ciudadanos los que paguen por los problemas que causaron los bancos. ¡Contra eso es contra lo que luchamos!

Debido a las huelgas en España e Italia, las empresas y los negocios no trabajan. Pierden dinero, a pesar de que no son ellos los que aplican las medidas de ahorro. ¿No están pagando por algo que no hicieron?

Sabemos que ir a huelga es una grave medida de fuerza que se toma en última instancia. No organizamos huelgas así porque sí. Pero hay épocas en las que la emergencia social es tan grande que tenemos que demostrar fuerza, y eso es justamente lo que estamos intentando hacer. No se puede tratar a la gente como si se manejaran números. En España, la situación es tan dramática que a los sindicatos no les queda más remedio que aplicar el instrumento de la huelga.

Al organizar huelgas en el sector público, los sindicatos ejercen naturalmente presión sobre los gobiernos. ¿Cuál es su apreciación sobre los efectos de la huelga en Grecia, cuyo sector público ya está en bancarrota?

En Grecia la situación es tan dramática que realmente creo que el problema no es la huelga. Grecia tiene problemas gravísimos, y queremos demostrar que ya no es posible aplicar allí más medidas de ajuste. ¡La gente está desesperada, y la clase política tiene que escuchar sus reclamos!

Entrevista: Bernd Riegert (CP)

Editor: Enrique López