Presidente chileno en Bruselas
15 de noviembre de 2012“¿Por qué en Chile no se habla de crisis?“, le preguntaba el eurodiputado liberal Todorov Panayotov al presidente chileno, Sebastián Piñera, durante una audiencia en el seno de la Eurocámara. La visita del mandatario sudamericano a las instituciones europeas coincidía con una ola de manifestaciones en contra de las medidas de austeridad que llegó hasta las puertas de la Comisión y el Parlamento. Por otro lado, era simultánea también a un informe del Banco Mundial según el cual en América Latina la clase media iguala a la clase baja después de una década de intenso crecimiento.
Ahorrar para días nublados
El actual crecimiento anual del 6% lo explicó el presidente Piñera con la regla del equilibrio estructural, mérito de muchos gobiernos: “Cuando los días están soleados y son favorables para Chile, ahorramos para poder enfrentar los días lluviosos y nublados. Uno aprende en la vida que no se puede vivir más allá de los propios medios, más temprano que tarde los países tienen que pagar la cuenta. Chile siempre está pensando que la cuenta hay que pagarla y se prepara. En algunos países de Europa, ésa no fue la visión y hoy pagan las consecuencias”.
Oportunidad para la UE
A ese respecto, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, admitía que la situación en la UE requiere un cambio completo: su problema es un desarrollo no balanceado en la eurozona; mientras que países como Alemania crecen, otros, con déficit, se enfrentan a la recesión y un enorme desempleo. En este sentido, “las economías crecientes en América Latina son una oportunidad para UE-América Latina para ayudar a nuestras economías para sobrepasar su crisis”, subrayó Schulz.
“América Latina ha despertado, estamos reduciendo la pobreza y desigualdad. Es el momento de lograr un nuevo acuerdo con la UE”, decía por su parte el presidente Piñera haciendo alusión al deseo de Chile de hacer uso de la cláusula evolutiva del acuerdo de asociación que tiene con la UE desde 2002 para revisar tanto el acceso a ciertos productos sensibles como a las cuotas de exportación al mercado europeo para productos agropecuarios.
Buen balance y mejor porvenir
A este respecto, después de una reunión en la Comisión Europea, el presidente José Manuel Durao Barroso, respondió: “Podemos trabajar juntos para una modernización más amplia del acuerdo de asociación, uno de los más antiguos de la UE. No sólo la parte comercial de la cláusula evolutiva prevista, sino también en temas como la protección de inversiones y las reglas de contratación pública”.
En una década de asociación estrecha, el comercio bilateral se ha incrementado en un 230% alcanzando los 18 mil millones de euros en 2011. La UE es el segundo mercado de Chile y la principal fuente de inversión extranjera directa, más del 30 % del total, subrayaba el presidente de la Comisión. “Pero no debemos conformarnos con lo que se ha logrado hasta ahora. Queremos ir más lejos en cooperación intereses compartidos: nuevas tecnologías para el cambio climático, en turismo, navegación vía satélite y materias primas”, detalló Barroso.
No todo lo que brilla es oro
En la eurocámara se había puesto en tela de juicio el modelo de exportación chileno, que se basa en más de un 50% en la industria extractiva. “Estamos haciendo enorme esfuerzo para atraer ciencia y tecnología. No queremos sólo inversiones, sino inversiones responsables para cambiar la lógica del desarrollo hacia uno más inclusivo”, respondió el presidente Piñera, puntualizando que su objetivo es acabar con la pobreza.
En este rubro incluyó la protección del pueblo mapuche en el “Plan Araucanía” y las reformas al sistema educativo que –aunque no lo plantea como una obligación estatal- prevé planes de becas y préstamos para los más desfavorecidos, unos dos millones y medio de chilenos.
El futuro en el Pacífico
Así las cosas, que Santiago de Chile albergue la próxima la cumbre con la UE, en enero de 2013, que por primera vez será con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) es aplaudida en Bruselas como un gran aporte del país sudamericano a la integración.
No obstante, “hasta el momento la integración en América Latina no ha sido tan profunda y productiva como debería”, subrayaba el presidente chileno enfocando el potencial de otras alianzas. En este sentido si antes les tocó al Mediterráneo y al Atlántico “en el Pacífico está ahora el futuro”, afirmó el presidente Piñera, concluyendo: "Los chilenos más que dividirnos por cosas del pasado, queremos unirnos frente a los grandes desafíos del futuro".
Autora: Mirra Banchón
Editor: Enrique López