Serbios y albaneses negocian por Kosovo
20 de febrero de 2006Debido a las profundas diferencias entre ambas partes, el comisionado especial de la ONU, el ex presidente finés Martti Ahtisaari, aplica una estrategia de los pequeños pasos.
Las conversaciones se prolongarán probablemente hasta fines de este año. Hoy los negociadores se abocaron a tratar de aclarar cuestiones de descentralización en áreas políticas de menor envergadura. El martes se pasará a temas de justicia y policía, ya bastante más peliagudos.
#map#El status de la provincia de Kosovo es una de las últimas cuestiones aún no aclaradas después del fin de la guerra de los Balcanes en la década pasada. Ello no puede llamar la atención, ya que para los serbios se trata de una cuestión de honor.
Posiciones irreconciliables
Las posiciones de serbios y albaneses son prácticamente irreconciliables. Los habitantes de Kosovo de etnia albanesa, que conforman el 90 % de la población total de la provincia, exigen la independencia. El Gobierno serbio la rechaza categóricamente, porque ve en la provincia la cuna de la cultura e historia serbias. Como mucho aceptaría una vasta autonomía.
De acuerdo con el derecho internacional, la provincia de Kosovo pertenece hasta hoy a Serbia, pero se halla desde 1999 bajo administración de las Naciones Unidas.
Ahtisaari a ha anunciado que en sus esfuerzos diplomáticos quiere proceder "de abajo arriba": ambas partes deberán negociar primero las cuestiones más sencillas, para abrirse paso luego hasta el meollo del problema. Por ello hoy se trataron procedimientos de descentralización de competencias en las áreas de la salud, la educación, las cuestiones sociales y la cultura.
Albaneses: "la independencia vendrá"
El martes se pasará a conversar sobre competencias del Gobierno central y la provincia en cuestiones de policía, justicia y administración. Las conversaciones son moderadas por el vicecomisionado, el austriaco Albert Rohan.
Pero hay que ser realista: ya el hecho de que los serbios y los albaneses de Kosovo se hallan sentado a una misma mesa es todo un triunfo. No obstante, para no despertar demasiadas expectativas, el jefe de la delegación serbia, Slobodan Samardzic, anunció ya que "no espera mucho" de las negociaciones.
"El objetivo de Serbia es la autonomía para los serbios en Kosovo", agregó, sin dejar a dudas de cómo ve Belgrado a los ciudadanos de la provincia. Por su parte, el jefe de la delegación de los albaneses de Kosovo, Lutfi Haziri, dijo "prometí al Sr. Ahtisaari respetar el orden del día", pero de inmediato agregó "la independencia va a venir".
Cada una de las partes viajó a Viena con ocho representantes. Las conversaciones tienen lugar a puertas cerradas en el Palacio Kinsky.
El inicio de las reuniones, fijado para el 25 de enero, fue aplazado debido a la muerte del presidente de Kosovo Ibrahim Rugova, el 21 de enero. El sucesor de Rugova es el político moderado Fatmir Sejdiu. La misión de Ahtisaari comenzó en noviembre.