“Sería importante un mea culpa de la Iglesia”
12 de octubre de 2007En un paso adelante más en la aplicación del derecho internacional para juzgar crímenes de lesa humanidad, la justicia argentina ha juzgado y condenado a cadena perpetua al ex capellán de la Policía bonaerense, Christian Federico von Wernich, de 69 años.
El ciudadano argentino von Wernich, descendiente de alemanes, nació en Buenos Aires y su familia se trasladó a Concordia, provincia de Entre Ríos, cuando tenía dos años. En Entre Ríos abundan las colonias de inmigrantes alemanes llegados entreguerras.
Más de veinte años después del fin de la dictadura militar (1976-1983), el Tribunal de la ciudad de La Plata lo juzgó por “cometer crímenes de lesa humanidad en el marco del genocidio”. El religioso no prestó sólo servicios sacramentales a detenidos ilegales, sino que formó parte activa de los grupos de tortura extrayendo información a través de las confesiones y transmitiéndolas a sus superiores, entre quienes se cuentan el represor ya fallecido Ramón J. Camps, entonces Jefe de Seguridad de la Policía, y su subordinado Miguel Etchecolaz.
El sacerdote von Wernich participó en siete homicidios, 31 torturas y 42 secuestros, entre otros, el del periodista de Página 12, Jacobo Timerman. La Iglesia católica ha respondido con una vaga toma de posición, y el Episcopado, con el conocido argumento de que “actuó bajo propia responsabilidad”.
En Alemania, la Coalición contra la Impunidad, dedicada a esclarecer casos de desaparecidos alemanes durante la dictadura argentina y promover la aplicación de la justicia, ve en la condena a von Wernich una posibilidad de que la verdad permita lograr una verdadera paz social y mayor consolidación democrática en la Argentina. DW-WORLD entrevistó a Esteban Cuya, representante de la organización con sede en Núremberg.
DW-WORLD: ¿Qué opina sobre la condena perpetua a von Wernich?
Esteban Cuya: Veo como muy positivos los pasos dados por el presidente Néstor Kirchner en cuanto a exigir el castigo a los culpables y haber vuelto a poner en práctica la aplicación del Derecho Internacional en crímenes contra los derechos humanos declarando inconstitucionales a las “Leyes de Amnistía” (Punto Final y Obediencia Debida), sancionadas por los gobiernos de Carlos Ménem y Raúl Alfonsín, y, además, anulando en 2003 el Decreto Presidencial del ex presidente Fernando De la Rúa, que prohibía acceder a las solicitudes de extradición a culpables de atentar contra los derechos humanos.
¿Cree usted que el juicio en el que se condenó a cadena perpetua al ex capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Christian Federico von Wernich, podría de algún modo ayudar a esclarecer los casos de detenidos desaparecidos y asesinados de origen alemán durante la dictadura militar en Argentina?
Seguramente, ya que, en la mayoría de los casos, las personas desaparecidas, torturadas y asesinadas lo fueron en el llamado “Circuito Camps”. Von Wernich recorría varios de los campos de detención, junto a represores como Miguel O. Etchecolaz y Jorge Antonio Bergés. (El “Circuito Camps” comprendía cerca de 29 centros clandestinos de detención distribuidos en nueve partidos del conurbano bonaerense y de la ciudad de La Plata, en el que fueron torturados y asesinados miles de personas. Estaba comandado por el ex jefe de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ramón J. Camps, uno de los principales responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en Argentina, N. de la R.). Al ex capellán de la Policía von Wernich se le encontraron incluso fichas con datos de detenidos desaparecidos en su poder.
Por esto sería realmente importante y deseable que von Wernich mostrase voluntad de cooperación para esclarecer dichos crímenes en los que él estuvo implicado. El Tribunal de Núremberg logró reconstruir la cadena de mando que ejecutaba las torturas y asesinatos en los altos cargos jerárquicos militares, como por ejemplo quiénes fueron los jefes de zona, subzona y área, hasta los responsables de detenciones ilegales. Sin embargo, aún no se ha podido establecer del todo la responsabilidad de los cargos en la policía argentina, es decir, no se ha logrado reconstruir la cadena de mando en los bajos niveles, ni quiénes fueron los que entregaban a los detenidos para que fueran asesinados. En este punto, von Wernich podría, si lo quisiera, colaborar enormemente para hallar la verdad acerca de quiénes fueron los responsables directos dentro de la Policía misma.
¿Conoce algún dato sobre la historia de Christian von Wernich en cuanto a sus orígenes alemanes?
Concretamente se sabe sólo que creció en la ciudad de Concordia, en la provincia de Entre Ríos, en la cual abundan las colonias de inmigrantes alemanes que llegaron antes y después de la II Guerra Mundial. No está claro si sus antepasados tuvieron que ver con miembros de las Fuerzas nazis del III Reich.
¿Qué casos de detenidos y asesinados de origen alemán han quedado sin resolver aún y podrían ser esclarecidos por von Wernich?
El caso de Marcelo Weisz, torturado y asesinado por la policía, la cual, además, hacía visitas periódicas a su casa para robar. El caso de Leonor Marx y también el de Alfredo José Berliner.
¿Qué papel le adjudica usted a la Iglesia Católica, tanto en Argentina como en Alemania, en las desapariciones y homicidios de personas?
Siempre hubo una gran complicidad de la Iglesia con las altas jerarquías militares. Lo más lamentable en este caso es que no existe ninguna señal de arrepentimiento ni disculpa pública ante la sociedad argentina por parte de quienes tuvieron responsabilidades en los crímenes de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura militar en ese país. Sólo ha habido tímidas expresiones de culpa, pero ningún esfuerzo de autocrítica. Esto es la antítesis de lo sucedido en las Fuerzas Armadas argentinas, en las que el ex Jefe del Ejército, Martín Balza, reconoció la responsabilidad de la institución ante la sociedad argentina, en nombre de las Fuerzas Armadas, y pidió perdón públicamente, logrando así dar un gran paso hacia la reconciliación y la consolidación de la democracia en Argentina.
Esto es lo que no han hecho aún ni los responsables dentro de la Iglesia Católica, ni los empresarios que financiaron con fondos el accionar de las Fuerzas Armadas en tiempos de la Junta Militar de Videla, Massera y Agosti. Sería importantísimo que la Iglesia Católica pidiera perdón a toda la sociedad argentina a partir del caso de von Wernich como representante de dicha Iglesia, y reconociera su culpa en la violación de los derechos humanos durante la dictadura. El reconocimiento de la verdad y de la culpa por parte de la Iglesia sería un gesto fundamental para que la sociedad pueda elaborar y liberarse alguna vez del trauma que comportan los crímenes de lesa humanidad. Esto es necesario para lograr la paz social en la sociedad argentina, que se encuentra en este momento polarizada por el caso von Wernich, y para que la democracia se siga consolidando.