SIDA: entrevista al ministro alemán de Salud
24 de julio de 2012Deutsche Welle: ¿Cuán realista es la visión de los organizadores de la conferencia en cuanto a que llegaremos a un mundo sin SIDA?
Daniel Bahr: Es una visión ambiciosa; con todo, los avances de los últimos años nos muestran que si nos esforzamos y nos concentramos podremos acercarnos a lograrlo. La asistencia médica ha mejorado sustantivamente y tenemos más experiencia con la prevención. Hay avances, sobre todo en países que por mucho tiempo no se preocuparon por el tema y para los cuales el SIDA era un tabú. Aunque soy lo suficientemente realista, sí creo que si nos ponemos en marcha, lograremos mucho.
Alemania va a la cabeza dando el buen ejemplo…
Pero aún no tenemos una generación sin nuevos contagios. Al contrario, hay 2.700 infecciones nuevas, es decir 2.700 demás. No obstante, que el número de infecciones nuevas haya bajado es una buena noticia. Si bien esto indica cuál es la dirección correcta, tenemos que hacer todavía enormes esfuerzos para lograr una sociedad libre de SIDA.
En los debates de la conferencia se percibe que Estados Unidos quiere saber lo que se ha logrado en Alemania. ¿Qué ejemplos da usted?
Desde hace 25 años venimos registrando éxitos en las labores de prevención; creo que la clave está ahí, en la información. Sobre todo, hay que llegar a los grupos amenazados. Es decir, en las campañas hay que llegar sobre todo a los hombres, a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y a los círculos de prostitución y drogadicción. Hay que dirigirse a cada uno de ellos de manera especial. Importantes son también las campañas de educación sexual temprana, en las escuelas.
Contamos ya con un buen sistema de educación sexual que incluye la información acerca de los riesgos. Por otro lado, los casos de los afectados han llegado a los medios y su historia se conoce. El efecto buscado es que uno piense que no es invulnerable. Creo que por todo esto, el número de las nuevas infecciones en Alemania se ha reducido.
¿Cómo ven sus colegas de África y Europa del Este el método alemán para prevenir el SIDA?
En África cada vez noto mayor interés. Hace algunos años había muchas reservas, debido a las diferencias culturales y religiosas. Pero ahora todos se dan cuenta del peligro que implica para la sociedad y perciben que el bienestar está en juego. Entretanto, hay mucho interés y nosotros queremos compartir nuestra experiencia.
Sin embargo, sigue habiendo regiones y gobiernos muy restrictivos con el tema SIDA y HIV; en esos casos coincide, por lo general, una política sumamente restrictiva hacia las drogas y la homosexualidad.
Si piensa en estos tres elementos investigación, financiación y superación de prejuicios. ¿Dónde cree usted que se plantea el mayor desafío?
Creo que nuestra mayor oportunidad está en la superación de los prejuicios, ésa es la clave para un éxito sustentable. El mayor desafío, en mi opinión, sigue siendo la investigación. ¡Todavía no hemos encontrado la clave! Cada paso adelante me alegra y lo apoyamos. Pero creo que avanzar en la investigación siempre es un arma de doble filo; se corre el peligro de que la gente se confíe del avance y diga “ya no es peligroso”. No, ésta y otras enfermedades por contagio sexual siguen estando ligadas a graves consecuencias personales que a su vez implican grandes costos en el tratamiento. Nuestro foco debe seguir siendo, por ello, el combate de los prejuicios y el trabajo de prevención.
En tiempos de arcas vacías, la financiación con seguridad plantea un desafío adicional. ¿Cuál es el aporte alemán?
Alemania financia proyectos y aporta a los fondos internacionales como lo hacen otros países también. Es importante, creo yo, que acerquemos a todos los actores. Me gustó mucho cómo el nuevo presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, expuso las interrelaciones del fenómeno.
No sólo hay HIV y SIDA, sino también intersecciones con la salud pública, la educación sexual, la malaria y otras enfermedades infectocontagiosas. Se trata de reducir la pobreza, se trata de educación. Todo tiene que ver entre sí y me gustó mucho cuando el nuevo presidente dijo: “no necesitamos nuevos programas, sino más bien una mejor red de conexiones, más colaboración y cooperación entre las distintas instituciones”; en eso, yo estoy dispuesto a apoyarlo, con gusto.
Autora: Christina Bergmann, Washington/mb
Editor: Pablo Kummetz