Sida: lucha contra el virus y la discriminación
30 de noviembre de 2013
A propósito de esta fecha, Naciones Unidas lanzó esta semana una alerta por el alza de las infecciones entre los jóvenes. La cifra de adolescentes que mueren a causa del sida/VIH en el mundo aumentó un 50 por ciento entre 2005 y 2012, según un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). El informe revela que unos 71.000 jóvenes de entre diez y 19 años murieron a causa de esta enfermedad en 2005, mientras que la cifra creció a 110.000 en 2012, una tendencia atribuida a la falta de estudios y de asesoramiento para los adolescentes.
En América Latina, Nicaragua aparece como uno de los países de mayor riesgo de infección para todas las edades. En este país centroamericano el número de nuevos casos de contagios con el VIH se ha triplicado en los últimos años, donde 8.000 personas portan el virus, según estadísticas de la Asociación de Personas con VIH.
Vivir y trabajar siendo portador del VIH
En muchos países, los portadores del sida están condenados a llevar una vida en la precariedad: sin medicamentos, sin atención sanitaria y sin trabajo. En Alemania, en cambio, los portadores del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) pueden hoy trabajar casi normalmente, aunque aún se enfrentan a los prejuicios y la discriminación cotidiana. No hace muchos años el diagnóstico de VIH+ era una literal “condena a muerte” que se cumplía en meses o pocos años. En esa época aún no existía la terapia “antirretroviral” que, a menudo, frena la multiplicación del virus en el cuerpo.
Angelika, de 55 años, recibió hace 18 años el resultado de la prueba que la certificaba como “positiva”. Las consecuencias de la infección la obligaron hace 10 años a perder su trabajo en una ambulancia para drogadictos. Tuvo que aceptar el estatus de pensionada prematura, con mucho menos dinero, pero con más tiempo y calma para cuidar de su salud. Hoy, gracias a los medicamentos, se siente con más energías.
Doble presión
Dos terceras partes de los portadores de VIH en Alemania, unas 50.000 personas, ejecutan el mismo ritmo de trabajo, como cualquier otro empleado. Aun así, son discriminados, advierte Manuel Izdebski, director de Deutsche Aids-Hilfe, la agencia alemana que se ocupa de promover la prevención y la atención de los portadores del VIH.
“Aunque en Alemania los portadores del VIH tienen, a menudo, una expectativa de vida normal, siguen siendo estigmatizados”, se queja Izdebski. A pesar de que en Alemania “solo” un trabajador entre mil lleva el virus en su cuerpo, “muchos solicitantes de trabajo que confiesan ser positivos no son empleados”, advierte Izdebski. No en vano, la actual campaña alemana, con motivo del Día Mundial del Sida 2013, ha sido llamada “Convivir positivamente”.
Por su parte, Unicef insta a que ahora que el mundo tiene la experiencia y las herramientas para lograr una generación sin sida, “los niños y jóvenes deberían ser los primeros beneficiados por nuestros éxitos en la lucha contra el VIH y los últimos en sufrir cuando no cumplimos".