SIDA: se necesita más protección contra la violencia sexual
1 de diciembre de 2004
El FRANKFURTER RUNDSCHAU, de Fráncfort del Meno, escribe: "Desde que fueron descubiertos los primeros casos de SIDA, hace más de 20 años, han muerto ya 22 millones de seres humanos. Unos 40 millones de personas viven hoy infectadas con el VIH. Detrás de esas frías cifras se esconde un gran sufrimiento. La enfermedad también genera huérfanos, paraliza la economía y provoca retrocesos en la educación y el desarrollo social. Ninguna sociedad puede permitirse ignorar la enfermedad. Lo mismo vale para Alemania, donde la situación es comparativamente favorable, pero donde asimismo hay que hacer frente a nuevos desafíos. Porque también en Europa aumentan los casos de SIDA. En países como Estonia, Rusia y Ucrania se registran actualmente las mayores tasas de nuevas infecciones en el mundo. También en Europa Occidental se constata un aumento. Ello significa que el SIDA continúa estando ante la puerta de casa y exige nuestro constante compromiso y accionar.
Protección contra la violencia sexual
El diario BASLER ZEITUNG, de Basilea, Suiza, dice: "El porcentaje de mujeres entre los infectados con el VIH aumenta sin cesar. En África al sur del Sahara, el 57% de los infectados son mujeres y muchachas. Ello tiene su lógica: una mujer que nada posee, ni siquiera el derecho a la autodeterminación, no puede defenderse. Nada puede hacer si sus clientes rechazan el preservativo y tampoco si su esposo tiene varias mujeres. Tampoco puede hacer nada contra las violaciones, a las que, según estadísticas de la OMS, está expuesta una de cada tres mujeres en Sudáfrica. El sida tiene hoy rostro de mujer, el de una joven mujer de color. Una mujer que no tienen quién la defienda, a pesar de que lo necesita imperiosamente. La lucha internacional contra el sida debe apoyarla, mucho más de lo que apoyó en su tiempo a los homosexuales de Nueva York. Un apoyo que no puede reducirse a folletos, reconocimiento y medicamentos. Sino que debe incluir también lo más difícil: la protección contra la violencia sexual".
Un panorama preocupante
EL PAÍS, de Madrid, escribe: "La jornada mundial contra el sida que hoy se celebra ofrece un panorama muy preocupante de la enfermedad y exige nuevas estrategias. Las últimas estadísticas de la ONU muestran a la mujer como el segmento más golpeado. Existe el presagio de que esa tendencia no varíe en los próximos años debido a la violencia sexual y la escasa escolarización en África. En algunos de los países del deprimido continente la esperanza de vida se está reduciendo de modo alarmante.
Con razón el secretario general de la ONU sostiene que esta pandemia, que se ha cobrado ya 20 millones de muertos desde que se declaró hace dos décadas, es tan dañina como las armas de destrucción masiva. A falta de una vacuna eficaz son los países más desarrollados quienes deben actuar en primera línea coordinando políticas, redoblando las inversiones en investigación y siendo mucho más permisivos y generosos con quienes propician la producción de fármacos genéricos más baratos como sucede en Brasil y Argentina. Y en ese sentido, resulta vergonzoso que cerca de medio millón de ciudadanos que necesitan tratamiento no tengan acceso a ellos por falta de recursos económicos.
El informe anual del programa Conjunto de Naciones Unidas (ONUSIDA) estima en 39,4 millones las personas contagiadas actualmente de sida, casi tres millones más que en 2003. De ellos, cerca de la mitad son mujeres. Más de dos millones de niños están afectados por el virus. África continúa siendo el continente más azotado, aunque la pandemia ha crecido últimamente en mayor proporción en Asia oriental, especialmente en China, Indonesia y Vietnam, y también en Europa oriental, concretamente en Rusia y Ucrania.
En España la situación está aún muy lejos de remitir. Los afectados son entre 120.000 y 150.000. Y lo más preocupante es que entre el 40% y el 60% de contagiados lo ignora, según el Ministerio de Sanidad. El Gobierno va a redoblar la campaña del uso del preservativo, especialmente entre los jóvenes. Parece una idea lógica y sensata en contra de lo que opina la Conferencia Episcopal, que califica de "gravemente falso" que este método anticonceptivo evite el contagio y aliente la promiscuidad. Tal vez no sea el único, pero resulta mucho más realista que el de predicar la fidelidad o la abstinencia sexual".