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Siria: “Estados Unidos también apoyó a criminales de guerra"

Nastassja Shtrauchler (jov/er)6 de julio de 2016

Según Amnistía Internacional los grupos rebeldes sirios han cometido graves violaciones del derecho internacional. Pero ¿por qué no se toca el tema? Günter Meyer*, experto en Oriente Medio, lo explica a DW.

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Ataque aéreo sobre Aleppo el 6 de junio de 2016
Ataque aéreo sobre Aleppo el 6 de junio de 2016Imagen: picture-alliance/Anadolu Agency/B.el Halebi

DW: Amnistía Internacional ha acusado a grupos rebeldes sirios de crímenes de guerra. Entre otras cosas, se habla de tortura y ejecuciones. ¿Qué tanto le sorprende?

Günter Meyer: En efecto, la cobertura de esta guerra se ha centrado en la tortura y crímenes de guerra perpetrados por el régimen de Assad, documentados por las llamadas Fotos de César, tomadas por un reportero siro entre 2011 y 2013. En ellas se registró la muerte violenta de unos 7.000 prisioneros detenidos por la policía secreta siria, que fueron brutalmente torturados hasta su muerte en un hospital militar. También se conocen las atrocidades del llamado Estado Islámico (EI).

En el material publicado por Amnistía Internacional es llamativo que no son sólo los yihadistas de Al Qaeda, pertenecientes a los frentes Nusra y Ahrar al-Sham, los que han cometido crímenes de guerra, sino también las tres milicias Nureddin- Sinki, el frente de Levante y la División 16 del Ejército Libre de Siria. Muchos de estos combatientes fueron entrenados por Estados Unidos, así como provistos de armas. Los estadounidenses siempre han hecho hincapié en que apoyan solamente a fuerzas moderadas y combatientes sirios muy seleccionados.

¿Lo sabían los estadounidenses y, si es así, por qué lo han aceptado?

Desde luego que lo sabían. Los medios occidentales han señalado reiteradamente que los combatientes sirios que fueron entrenados por Estados Unidos en Turquía han desertado para volver a Siria a engrosar las filas del frente Nusra y el Estado Islámico. Washington lo ha sabido, pero su objetivo ha sido debilitar el régimen de Assad. Así como Estados Unidos, por lo menos desde 2012, conocía el riesgo de la creación del EI, pero no actuó porque su interés era derrocar el régimen de Assad.

¿Cuáles objetivos religiosos y políticos persiguen estos grupos?

El objetivo de todos estos grupos es luchar contra todos aquellos que consideran infieles, como los chiítas que veneran a santos y sus tumbas. Atacan también a las mujeres que no llevan pañuelo y a quienes los fundamentalistas tienen por partidarias del régimen secular de Assad. La “sharia” es la base común de estas agrupaciones radicales. Todos ellos buscan establecer en Siria un estado regido por la ley islámica

¿Se ha acaso glorificado a los grupos opositores?

Ha habido numerosos ataques llevados a cabo bajo una "falsa bandera", por las milicias anti-Assad, que luego fueron endilgados al régimen. Un ejemplo es el uso de gas venenoso en 2013 en Ghouta, cerca de Damasco: hay claras pruebas de que dicho gas venenoso fue producido en Turquía por el servicio secreto de ese país, y que luego fue llevado a Damasco y empleado por la oposición.

¿Hay socios fiables en Siria? ¿Quién debería conducir las negociaciones de paz? ¿Quién mejor no?

Los poderes más fuertes allí son Rusia y el régimen de Bashar al Assad. Mientras este régimen exista, los militares son el principal socio para un futuro acuerdo de paz. La ventaja es que en Siria aún hay un orden en funcionamiento. Así quizás se pueda estabilizar el país. EE.UU. ya no emprende acciones concretas contra Assad, por temor a que los grupos yihadistas se tomen el poder. Eso sería aún peor.

*Günter Meyer es director del Centro de investigación sobre el mundo árabe en la Universidad de Mainz.