Siria: Gobierno y oposición acuerdan diálogo directo
22 de enero de 2014
Puede ser una buena señal. Tras una reunión entre el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, su par sirio Walid al Mouallem y el líder opositor Ahmed Jarba, las partes enfrentadas en la guerra civil que desangra Siria desde marzo de 2011 acordaron mantener conversaciones directas el viernes 24 de enero y, además, analizar medidas que permitan retomar la confianza.
Lavrov señaló que “en cuanto a las garantías de que las conversaciones no fracasarán, es necesario influir a ambas delegaciones para que esto no ocurra. Lo principal es iniciar el proceso”, apuntó. Se espera que los encuentros duren una semana, haya una pausa y luego se retomen. Se trata del primer paso concreto para acercar posiciones. Lavrov también aprovechó de pedir a los demás países presentes en la conferencia conocida como Ginebra II que no se centren en exigir la salida de Assad del poder.
Sin embargo, la oposición ha exigido a la delegación gubernamental que firme la declaración acordada en Ginebra I, donde se contemplaba la creación de un gobierno de transición en el que no se considera la presencia de Bashar al Assad. La delegación se negó a ello, señalando que el mandatario no se sumará a las peticiones de que deje el poder. Sin embargo, incluso China se manifestó abierta a apoyar una salida que incluya la opción de que Assad deje de gobernar.
Recomponer confianzas
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, dijo que la idea de la conferencia es discutir todos los asuntos, incluido el futuro de Al Assad. Sin embargo, sostuvo que lo mejor era comenzar con temas menos complicados antes de llegar a los más espinosos, como una forma de hacer crecer “la confianza entre las partes”. Pero las diferencias son claras. El presidente de la Coalición Nacional Siria, Ahmed Yarmba, afirmó que “Assad tiene que renunciar y delegar el poder. No podemos y no debatiremos una solución política hasta que eso se haya abordado”.
Mientras, la ONU, Rusia y Estados Unidos buscan un acuerdo de intercambio de presos. También se avanzó en la posibilidad de declarar un alto al fuego en Alepo, al norte de Siria, así como en Homs, al centro del país. Ambas ciudades han sido destruidas por los combates y urge un margen de tiempo para rescatar heridos y prestar ayuda humanitaria a la población civil que todavía vive allí.
“Las cuestiones relativamente menos difíciles son las medidas para restaurar la confianza, la ayuda humanitaria, los intercambios de prisioneros, y a través de esto, debería establecerse algún tipo de relación entre las dos delegaciones”, opinó Lavrov. Pero en realidad son más las diferencias. Y, por ejemplo, mientras la oposición exigió una investigación por las denuncias de torturas en las cárceles sirias, el Gobierno rechazó el reporte en cuestión calificándolo de “poco serio”.
DZC (Europa Press, dpa, Reuters)