Siria, la "misión imposible" de Brahimi
2 de septiembre de 2012Durante días Brahimi dudó si aceptar o no un puesto que el embajador de Francia ante la ONU, Gerard Araud, llamó una “misión imposible”. El diplomático argelino fue bombero de muchas regiones en conflicto durante las últimas décadas. Fue enviado de la ONU o de la Liga Árabe en Afganistán, Irak, Sudán y Haití. Y su nueva misión en Siria es respaldada tanto por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como el jefe de la Liga Árabe, Nabil Elarby, al igual que de todos los países miembros del Consejo de Seguridad.
El diplomático argelino es considerado un experimentado mediador en conflictos y ha sido nombrado Representante Especial Conjunto para Siria con la misión de promover una solución pacífica al conflicto que ha dejado ya más de 18.000 muertos, según la ONU.
Rusia y China
“Kofi Annan fracasó en ese cometido porque Rusia y China, dos potencias decisivas, no mostraron ninguna voluntad en esa dirección”, afirma Thorsten Benner, investigador del Instituto de Políticas Públicas Globales (GPPi) con sede en Berlín. El experto recuerda que dichas potencias han bloqueado toda iniciativa en el Consejo de Seguridad. Según Brenner no son condiciones favorables al comenzar una misión semejante, pero, según el experto, con 78 años, Brahimi no tiene nada que perder.
El experto en el Cercano Oriente Michael Lüders recuerda por su parte que el diplomático argelino es llamado cuando se trata de una causa perdida. Lüders está convencido de que la misión de Brahimi no es conseguir un acuerdo de paz. “Las potencias occidentales aunque también Arabia Saudita, Katar y Turquía favorecen una caída de Bashar al Assad. Por ello Brahimi es ideal, porque no se opondrá a ello. Kofi Annan en cambio, se tomó muy a pecho su papel como mediador entre gobierno y oposición en Siria", afirma.
Pensamiento analítico
“Brahimi es una persona muy atenta y franca, con un pensamiento muy analítico”, explica Lüders, “alguien muy consciente de las posibilidades limitadas que hay cuando se trata de transformaciones políticas. No hay que olvidar que Brahimi hizo su carrera en Argelia, un país marcado por una dictadura militar y una guerra civil”, afirma.
Diplomáticos que lo conocen lo definen como comunicativo y amable, y a la vez capaz de actuar con resolución. Características que también posee su predecesor, Kofi Annan, que tiró la toalla exasperado de no ver avances. Para el experto Lüders, ya ha pasado el momento de una solución diplomática en Siria. “Las decisiones ahora serán militares y eso lo sabe Brahimi muy bien”, advierte.
Autor: Henrik Heinze/ Eva Usi
Edición: Emilia Rojas