Sirios en Alemania: ¿cuáles son sus planes de futuro?
15 de diciembre de 2024Cuando la noticia de la caída del régimen de Bachar al Asad en Siria se extendió por todo el mundo, miles de sirios también salieron a las calles en Alemania. Celebraron en voz alta el fin de décadas de dictadura en su país. Una vez que el júbilo inicial se ha calmado, muchos de ellos se preguntan: ¿qué pasará con su antigua patria? ¿Y qué va a ser de ellos mismos?
Anas Modamani: "Yo me quedo"
Su imagen representa como ninguna otra el año 2015 en Alemania. El año en el que cientos de miles de refugiados sirios llegaron huyendo de su país. Anas Modamani tenía 17 años cuando escapó de la guerra y del reclutamiento forzoso en el Ejército de Al Asad. Llegó a Berlín desde Darayya, cerca de Damasco. Allí conoció a la canciller Angela Merkel cuando ésta visitó su casa de refugiados.
A lo largo de los años en Alemania, nunca perdió la esperanza de que Siria se liberara de Al Asad. "Dios mío, por fin se acabó", fue su primera reacción al enterarse de la noticia. "Las últimas noches apenas he dormido", explica a DW. "Veía las noticias sin parar".
Modamani confía en que la situación en Siria mejorará y que el país volverá a la "normalidad". "Pero todavía me quedaré en Alemania", afirma. "He construido mi vida aquí durante los últimos diez años". Ahora también tiene pasaporte alemán, como 214.000 personas con orígenes sirios en Alemania. Modamani estudió comunicación empresarial en Berlín y ahora trabaja como periodista independiente, también para DW.
Cuando mira su fotografía con Merkel, el joven de 27 años piensa en lo calurosamente que recibían entonces a los refugiados sirios. "Cuando alguien escuchaba 'Oh, de Siria', sonreía. Ahora a menudo experimento que ya no somos bienvenidos". El hecho de que los políticos alemanes estén discutiendo las deportaciones tan pronto después de la caída de Al Asad asusta a muchos sirios.
Kefah Ali Deeb: "Tenemos que reconstruir nuestro país"
Kefah Ali Deeb también es uno de los refugiados sirios que viven desde hace mucho tiempo en Alemania. Pero para la autora, activista y artista de 42 años una cosa es segura: quiere regresar a su antigua patria lo antes posible. "Mi marido y yo ya lo estamos planeando", explica por teléfono a DW. "Después de diez años aquí, Alemania no ha sido nunca mi hogar, aquí siempre me sentí deprimida".
Ali Deeb llegó a Alemania en 2014. Protestó contra el régimen de Al Asad en Damasco y acabó en prisión cuatro veces. "Todavía no he tenido noticias de muchos de mis amigos. Fueron arrestados hace diez, doce, catorce años. Y no sé si Al Asad los asesinó o si sobrevivieron". Ali Deeb espera que pronto sean abordadas las torturas y los asesinatos. "Es la única manera en que puede haber verdadera justicia. Tenemos que dejar salir nuestra rabia y nuestra tristeza. Y me encantaría formar parte de ese proceso".
Empezar de cero en Siria definitivamente será muy difícil, afirma. "Pero es nuestro país, es nuestro hogar. Tenemos que reconstruirlo". Sin embargo, ese sentimiento de Ali Deeb es probablemente bastante minoritario. Las encuestas entre refugiados muestran que la mayoría de los sirios no piensan regresar y ven su futuro en Alemania.
Alí: "Quiero integrarme"
Como Alí, que llegó a Alemania hace sólo algo más de un año. El joven no quiere dar su apellido. A poco más de cero grados sale de su alojamiento en Bonn, en el extremo occidental del país. El sol ya debería haber salido, pero no se ve en el gris de diciembre. Ali se ata más la bufanda y arrastra una pequeña maleta con ruedas por la acera.
¿Vino de Siria? El joven empieza a sonreír. Sí, de Damasco, dice. ¿Sus sentimientos tras la caída de Al Asad? "Bien, simplemente bien". Pero aunque no lleva mucho tiempo viviendo en Alemania y apenas habla alemán, Alí quiere quedarse aquí. "Quiero integrarme", dice a DW. Ya ha encontrado trabajo. Ahora se apresura por llegar. El joven va dejando atrás rápidamente los edificios de tejados planos de los años sesenta. Allí, en el "establecimiento central de alojamiento", viven actualmente 540 refugiados, entre ellos 145 de Siria.
¿Tendrán también los recién llegados la oportunidad de construir una nueva vida en Alemania? La Oficina Federal de Migración y Refugiados aceptó este año 72.000 nuevas solicitudes de asilo por parte de sirios. Pero después de la caída de Al Asad, las solicitudes de asilo de los sirios ya no se procesan.
Man Achorr: "Todo quedó destruido"
Man Achorr no puede imaginarse regresar en este momento. Hace apenas dos meses, el hombre de 47 años se lanzó al trabajo autónomo y abrió su propio pequeño supermercado en el sur de Bonn.
Latas de tomates y hummus, sacos de bulgur y harina de garbanzos se apilan en seis filas. También ofrece verduras frescas y pan árabe. Aproximadamente la mitad de los clientes son árabes, explica a DW. Cualquiera que extrañe la cocina siria encontrará aquí la mezcla de especias adecuada.
Achorr proviene de Ghouta, cerca de Damasco. Hace siete años huyó con su hermano a Alemania vía Egipto. "Mis cuatro hijos van a la escuela aquí y hablan alemán con fluidez", afirma.
La noticia de la caída de Asad lo hizo feliz. "Espero que la guerra termine de una vez". Pero su ciudad natal, que ha sido durante mucho tiempo refugio para las milicias islámicas radicales, quedó gravemente devastada por los combates. "Allí todo quedó destruido", afirma.
Ahora quiere visitar a sus padres, que permanecieron en Siria. ¿Inmediatamente? "No, despacio, despacio". Achorr quiere esperar y ver cómo se desarrolla la situación.
Tareq Alaows: "Alemania podría apoyar a Siria"
No está nada claro que la paz y la libertad vayan a reinar ahora en Siria. Por eso, dice Tareq Alaows en una entrevista con DW, los debates sobre la deportación no son más que "campañas electorales a costa de los refugiados".
Alaows llegó a Alemania desde Siria en 2015 y ahora es activista de la organización de derechos humanos Pro Asyl. Quería ingresar al Bundestag por Los Verdes en 2021, pero retiró su candidatura por la hostilidad y las amenazas.
En la situación actual, enviar personas a Siria no es legalmente posible, afirma Alaows. "Para una repatriación no basta con decir que no aprobamos las solicitudes de asilo, sino que hay que comprobar si se puede garantizar un retorno seguro de los sirios. Y nadie puede garantizarlo ahora".
Alawos dice que ya ha recibido cientos de mensajes en los últimos días de personas de la comunidad siria inquietas. Temen ahora que los deporten, a pesar de haber vivido durante años en Alemania.
Alaows espera que los políticos alemanes se concentren ahora en apoyar la reconstrucción de Siria. Y, dice, Alemania podría asumir un papel pionero en el procesamiento internacional de los responsables de la dictadura de Al Asad. "Alemania, con su historia, tiene experiencia en lidiar con el pasado y podría brindar apoyo aquí".
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