Sobreviviendo en el peculiar mercado inmobiliario de La Habana
Hecha la ley, hecha la trampa. Los cubanos han desarrollado una serie de trucos para las transacciones inmobiliarias, que permiten que las viviendas se vendan a precios mayores mediante acuerdos verbales.
A la venta
El 80% de las casas están a la venta en La Habana. A diferencia de otras ciudades, la capital cubana tiene un punto de encuentro entre compradores y vendedores: el Prado. ¿Qué hacen entonces? Recurren a carteles para anunciar la vivienda, como este de Cienfuegos.
Llegar a un acuerdo
Sábado por la mañana. Potenciales compradores, propietarios e intermediarios se reúnen en la esquina del Paseo del Prado con Colón, en La Habana, en busca de ofertas.
Un cartón bien caro
La gente publicita sus ofertas con carteles hechos a mano. Comprar una casa con un salario público es una tarea casi imposible, ya que se necesita muchísimo dinero para adquirir una propiedad. Oficialmente, los extranjeros no pueden comprar casas, pero pueden hacerlo poniendo el nombre de un cubano en las escrituras.
Conseguir financiación
Milagro Socaraz Arazora, que vive con sus dos hijos y su madre en La Habana Vieja, quiere vender su casa por 40.000 pesos cubanos convertibles (34.000 euros) y comprar una más barata por 15.000 en las afueras de la capital. Con la diferencia quiere viajar al extranjero y empezar un negocio de importaciones y exportaciones.
Vivienda asequible
Alamar, a unos 15 killómetros del centro de La Habana, es un distrito con viviendas más baratas. A menudo, la gente vende sus casas en el centro como medio para conseguir dinero. Antes de 2012, los cubanos solo podían intercambiar sus casas. se aplicaba el valor establecido en los primeros años de la Revolución, así que los contratos tenían un valor de menos de 100 dólares.
¿Trato hecho?
Jorge (name ficticio) trabaja como permutero (intermediario). Se pasa el día recorriendo las calles en busca de casas en venta. No puede permitirse pagar una licencia, ya que las tasas gubernamentales son demasiado altas. Si logra llevar a cabo un intercambio de casas, se lleva una pequeña cantidad de cada una de las partes. Y si logra una venta, le dan el 5% del precio.
Todo tiene truco
Los usufructos son habitaciones o espacios donados por el Gobierno donde la gente puede vivir gratuitamente. Ya que no hay derechos de propiedad, no pueden venderse. Oficialmente. No obstante, este propietario quiere cobrar 7.000 pesos cubanos convertibles a los potenciales combradores. Se registrará en el censo el cambio de dirección, pero no se firmará contrato alguno ante un notario.
Llegar a fin de mes
Con 79 años, Mario Díaz es uno de los intermediarios de mayor edad del Prado. Necesita el dinero, ya que su pensión pública no le da para vivir. vendió su última casa en septiembre. Y la anterior, en noviembre de 2017.
¿Hora de un cambio?
Aunque las casas se vendían de forma clandestina antes de 2012, la legalización del mercado de la vivienda ha provocado que más gente venda su casa y se mude. Los precios reales no corresponden con el valor de referencia. Y es que el mercado y sus participantes confían en el acuerdo de palabra.