Sobreviviente declara como testigo contra Demjanjuk
22 de diciembre de 2009El proceso, uno de los últimos contra presuntos colaboradores del régimen nazi, se retomó el lunes, después de que a principios de mes tuviera que suspenderse temporalmente por enfermedad del acusado, de 89 años.
En la vista de este martes, un superviviente holandés del Holocausto, Jules Schelvis, de 88 años, relató su dramática experiencia en el campo de concentración de Sobibor, en la Polonia ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, adonde llegó en un atestado vagón de tren.
No había espacio para sentarse
Schelvis recordó durante la sesión de la mañana cómo abordó el último vagón de un tren de 50 vagones con destino a Sobibor, desde el campo de tránsito de Westerbork. “Con 62 personas dentro, no había espacio para sentarse en el vagón. Tampoco había asientos, sólo había dos recipientes, uno con agua y otro vacío que se usaba como baño”, dijo el sobreviviente, que llevaba consigo una guitarra cuando él y más de 3 mil personas fueron reunidas unos días antes en el distrito judío de Amsterdam.
“Hice todo pensando que nos iban a llevar a trabajar, pero no nos dijeron nada sobre nuestro destino, sólo que debíamos subir al tren”, dijo.
Schelvis perdió a 18 familiares en el campo nazi de Sobibor, entre ellos a su esposa Raquel, de 22 años, y a sus suegros. Otros 20 allegados fueron asesinados en el campo de exterminio de Auschwitz, según recordó en una emotiva comparecencia ante el tribunal.
Schelvis, que es uno de los demandantes contra Demjanjuk, sobrevivió a la barbarie nazi porque fue enviado a realizar trabajos forzados. Posteriormente escribió un libro sobre los crímenes nazis y su experiencia en Sobibor.
Querellantes holandeses
El lunes se escuchó el testimonio de otros muchos querellantes particulares, principalmente holandeses y todos de origen judío, algunos de los cuales perdieron a toda su familia en Sobibor.
"Para mí, Sobibor es una herida dolorosa que aún no ha cicatrizado", dijo entre sollozos un hombre de 86 años procedente de Amsterdam, que perdió a sus padres, a su hermana y a su novia.
"Siempre le preguntaba a mi madre por qué yo no tenía un padre con quien jugar al fútbol, como mis amigos", relató por su parte otro hombre, de 67 años, que perdió a 74 miembros de su familia durante el nazismo.
Demjanjuk, apátrida pero de origen ucraniano, está acusado de haber colaborado con los nazis en el asesinato de 27.900 personas en 1943, cuando era guardia en el campo de exterminio de Sobibor.
Aunque padece una afección medular que podría degenerar en leucemia, los médicos aseguran que el acusado se encuentra en condiciones físicas y mentales aptas para enfrentar el juicio, si bien no más de tres horas diarias.
Como en la vista de ayer lunes, el acusado asistió impasible a los testimonios de las víctimas. Demjanjuk tuvo que ser trasladado al tribunal del distrito de Múnich en silla de ruedas y siguió el juicio tapado por mantas, con los ojos entrecerrados.
EU/Dpa/Ap
Editor: Pablo Kummetz