Soldado liberado por talibanes viaja a Estados Unidos
13 de junio de 2014
Fuentes del Pentágono confirmaron este jueves (12.06.2014) a diversas agencias de noticias que el sargento de artillería Bowe Bergdahl, quien fue liberado por los talibanes en una cuestionada operación que incluyó la liberación de cinco milicianos que se encontraban detenidos en Guantánamo, llegará este viernes 13 de junio a Estados Unidos. La tarde de este jueves abordó un avión estadounidense.
Bergdahl se encuentra en el hospital militar estadounidense en Landstuhl, en Alemania, desde donde será trasladado al Brooke Army Medical Center de San Antonio, Texas. “Se espera que arribe acá el viernes”, comentó una fuente de defensa a la agencia AFP. El soldado estuvo cinco años en poder de los insurgentes, en cuyas manos cayó de una forma que nunca ha sido del todo aclarada.
Algunos miembros de la unidad de Bergdahl lo acusaron de desertar. Además, la forma en que se consiguió la liberación del soldado, el único estadounidense que estaba en manos enemigas en Afganistán, generó controversia, pues una ley obliga al gobierno a informar por adelantado al Congreso sobre la liberación de prisioneros en Guantánamo, lo que esta vez no sucedió. Algunos legisladores acusan a Barack Obama de haber capitulado ante los terroristas.
Trastornos psiquiátricos
“Haremos lo que sea necesario para recuperar a todo miembro de las Fuerzas Armadas que esté cautivo. Esa promesa está en el tejido de nuestra nación y nuestras Fuerzas Armadas”, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, al Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, el pasado 11 de junio. “Al igual que la mayoría de los estadounidenses, me sentí ofendido y desilusionado por cómo fue tratada la familia Bergdahl por algunos en este país”.
Se espera que Bergdahl hable con la prensa sobre sus cinco años como prisionero, al tiempo que el Pentágono asegura que su salud ha mejorado ostensiblemente desde que el 31 de mayo fue liberado. Sin embargo, cartas dadas a conocer recientemente muestran que la salud mental del sargento se vio dañada por el cautiverio, al tiempo que mostraba las dudas que tenía el soldado con sus superiores.
Durante ese período, Bergdahl pudo enviar cartas a su familia gracias a la intervención de Cruz Roja. “Los líderes han faltado, o no han existido”, escribió en una de ellas, llena de errores de redacción, lo que hablaría de cierta confusión mental. “Las condiciones eran malas y parecen empeorar para los hombres que estaban arriesgando sus propias vidas en el ataque”, escribió en una extraña misiva fechada el 23 de marzo de 2013.
DZC (dpa, AFP)