Sombras de Grey: los secretos de Christian
17 de junio de 2015El 25 de mayo de 2011, la autora británica E. L. James publicó el primer libro de la trilogía sado-masoquista “Fifty Shades of Grey” (Cincuenta sombras de Grey) y abrió las puertas de los salones a ese tipo de literatura erótica. Mujeres de todas la edades leyeron con deleite la historia de una joven estudiante que se enamora de un millonario con aficiones sado- masoquistas. A nivel mundial se han vendido más de 70 millones de ejemplares y la versión cinematográfica, que se estrenó en la Berlinale, recaudó 500 millones de dólares. El comercio de juguetes sexuales también floreció.
Un vistazo al alma de Grey
Ahora aparece un nuevo libro, con las historias ya conocidas pero contadas desde la perspectiva de Grey. El lector, o mejor dicho la lectora, podrá enterarse así de lo que piensa el personaje y de cómo llegó a convertirse en un hombre con preferencias sexuales sádicas.
La publicación, sin embargo, parece no despertar mayor interés en el mundo masculino. El sociólogo Sven Lewandowsky, de la universidad de Wuerzburgo, propone una explicación: “Los hombres no quieren leer cómo una mujer imagina que opera el deseo masculino”. Además, hace notar que existe una amplia oferta para los varones en la materia.
Porno para amas de casa
Se ha dicho que se trata de “pornografía para amas de casa”. Pero ¿qué induce a tantas mujeres a leerla? La profesora de sociología Eva Illouz escribió un ensayo (El nuevo orden amoroso) en el que sostiene que a las lectoras no les interesan en primer lugar las escenas de sexo, sino que muchas ven en el libro una especie de manual de autoayuda, que muestra cómo superar en la práctica problemas en las relaciones heterosexuales de la actualidad. La descripción de prácticas sado-masoquistas solo son, a su juicio, una metáfora del cambio de roles, de la alternancia entre dominación y sometimiento, independientemente del género.
Lewandowski estima que el éxito de la novela está relacionado con la identidad sexual: “Si los hombres consumen pornografía, de seguro no tienen dificultades con su identidad masculina. Pero que las mujeres lo hagan no corresponde con la imagen femenina que tiene la sociedad”. Y este libro les permite leer algo pornográfico.
Nada nuevo
Por lo demás, el revuelo levantado por “Cincuenta sombras de Grey” no es nada nuevo, según indica Lewandowski. “Aproximadamente cada 10 años una mujer escribe un libro pornográfico. Y cada vez se dice: ahora se revelan los deseos ocultos femeninos”, señala, recordando varios títulos, entre ellos “La historia de O.”, que data ya de los años 50.
Lo que resulta claro es que “Grey” se venderá como pan caliente, porque al fin se concede a las lectoras acceso al mundo de los sentimientos del millonario. Y todos podrán revivir la apasionada historia de amor, dolor y placer de los protagonistas, en una historia carente de todo suspenso, porque el final ya se conoce.