¿Son mortales las partículas en suspensión?
5 de abril de 2013Según cálculos del Instituto de Economía Energética y Aplicación Energética Racional de la Universidad de Stuttgart, las partículas en suspensión que emiten las centrales carboeléctricas alemanas, son responsables de la muerte prematura de 3.100 personas al año tanto en Alemania como en sus países vecinos.
Que las partículas en suspensión provoquen bronquitis crónica, asma, enfermedades cardiovasculares y cáncer es un tema discutido. Las partículas microscópicas que produce la quema de carbón, penetran en los pulmones y el sistema circulatorio. Sin embargo, el profesor Rainer Friedrich, de la Universidad de Stuttgart y uno de los autores del estudio de Greenpeace, explica que un número aún mayor de partículas se produce más tarde, debido a una reacción química en el aire.
“El dióxido de azufre y los óxidos nítricos, que son liberados durante la quema, reaccionan con el amoniaco y producen sulfato de amonio y nitrato de amonio, que son las partículas en suspensión”, explica el experto. Sobre todo el abono que se usa en la agricultura libera amoniaco.
También el tráfico y la agricultura son responsables
Según Friedrich, el total de las emisiones alemanas de partículas en suspensión son responsables de la muerte prematura de aproximadamente 28.000 personas al año. Cerca del diez por ciento de las enfermedades y muertes ocasionadas por las partículas recaen sobre el carbón, el 23 por ciento sobre el tráfico rodado y marítimo, el 13 por ciento sobre la industria y el seis por ciento sobre fuentes de fuego como hornos de madera. No obstante, la agricultura es responsable de un 40 por ciento, sobre todo, por la liberación de amoniaco que hace posible la reacción química en el aire.
Pero no todas las personas se ven afectadas de la misma manera: “Hay personas muy sensibles que mueren prematuramente por respirar las partículas. También hay personas que ni siquiera notan la contaminación”, señala Friedrich.
Mayor sensibilidad al tema de las partículas en suspensión
“Las partículas en suspensión son el factor ecológico más nocivo que existe”, cuenta Friedrich. El experto aboga por reducir las emisiones donde sea posible y está convencido de que la Comisión Europea va por buen camino. Esta institución decretó una ley que regula la limpieza del aire. Sin embargo, el límite de las partículas no debería depender de la contaminación que se pudiera registrar a corto plazo, sino también a largo plazo.
En consecuencia, Greenpeace exige que Alemania abandone completamente la energía del carbón hasta el 2040. Hasta entonces, todas las centrales carboeléctricas deberían ser provistas de la mejor técnica de filtración para reducir la emisión de sustancias nocivas.
Autor: Gero Rueter/ VC
Editor: Emilia Rojas Sasse