Spreng: "La pasión por Europa no está de moda"
24 de mayo de 2014
Deutsche Welle: Por primera vez se enfrentan en las elecciones europeas los principales candidatos de los partidos políticos europeos. El ganador de las elecciones podría ser presidente de la Comisión de la UE. ¿Qué posibilidades tiene Martin Schulz con la campaña del SPD?
Michael Spreng: La campaña del SPD me parece acertada, porque aprovecha la oportunidad de presentar por primera vez al candidato estrella de los principales partidos socialdemócratas que, además, es de Alemania. Y eso ha hecho el SPD colocando a Martin Schulz con su lema “Desde Alemania para Europa”. Me parece una campaña moderna y personalista.
¿Es acertada por parte de la CDU la jugada de enfrentar contra Martin Schulz a Angela Merkel, en lugar de a su candidato?
Jean-Claude Juncker es luxemburgués y en Alemania no es muy conocido. La CDU / CSU se apoya enteramente en Merkel. Esto es un poco fraudulento, ya que Merkel no se presenta a la elección. La CDU quiere simbolizar con esto que Merkel representa nuestra política en Europa, determinada en gran parte por los Estados nacionales y no por el Parlamento Europeo.
En los anuncios de la CDU se muestra a gente declarando su apoyo a la UE y enumerando las ventajas de una Europa común. En medio de ellos aparece la canciller Merkel. ¿Se puede movilizar así al electorado?
Desde que está la señora Merkel, la CDU ya no tiene miedo a una personalización de las campañas electorales. La CDU apuesta por ella completamente, haciendo desaparecer en gran medida los programas y los contenidos más allá de la persona. En este sentido, se eligen para este tipo de anuncios simpáticos pero irrelevantes. No se muestra una gran pasión por las ideas europeístas, pero sí declaraciones de ciudadanos corrientes defendiéndolas. Esto no es que vaya a dar un empujón a la campaña, pero tampoco la va a perjudicar.
Las campañas electorales estadounidenses encienden pasiones, al menos eso nos llega a través de los medios de comunicación. ¿Se echa de menos una cara carismática en las campañas europeas, alguien que represente algo por lo que luchar?
Efectivamente. Pero eso es lo más difícil en una Unión Europea con 28 Estados miembros, en los que existen diferentes intereses nacionales. Aquí no puede personalizarse como en una elección presidencial estadounidense, pues los intereses políticos son muy variados. Hay quien quiere una mayor integración económica y financiera. Otros desean menos. No hay un rumbo común para todos los estados miembro, como sí debería haberlo para la UE. Es un tema de difícil solución. Así que unos apuestan por los mejores candidatos y otros por apoyarse en una canciller solvente. No resulta muy movilizador ni muy emocionante, pero no les queda más remedio.
Pero Juncker, por ejemplo, no representa su programa electoral en algunos puntos, como la regulación bancaria o la equidad fiscal. ¿No se presenta con un envoltorio falso?
Esa es la dificultad para alcanzar un discurso electoral común y ser congruente con la elección de los mejores candidatos. Esto también pasa en las campañas electorales a nivel nacional, pero a nivel europeo es mucho más difícil, produciéndose esas divergencias. Pero no son desviaciones muy graves. Incluso dentro de la Unión hay diferencias. La CSU adopta cierto tono euroescéptico en la campaña que molesta a su matriz, la CDU. Creo que es contraproducente para las ideas europeístas, pero supongo que lo importante para ellos es obtener un buen resultado en Baviera. Eso es lo que cuenta para ellos.
¿Qué tendría una buena campaña?
Más entusiasmo por Europa. Europa todavía está en crisis, sobre todo la eurozona. Esto propicia que los partidos se radicalicen. Vamos a conseguir que un tercio del Parlamento Europeo esté formado por o euroescépticos o antieuropeos. Haría falta un político carismático con experiencia que proclamara con pasión sus ideas europeístas. Que fuera capaz de reavivar el entusiasmo por Europa. Pero no parece avistarse tal figura.
Tal vez porque ahora el concepto de Europa resulta inteligible...
Actualmente no es elegante y moderno declararse un apasionado de Europa. Está de moda ser euroescéptico o hablar contra la burocracia, real o supuesta, de Bruselas. Y atribuirle a la Comisión Europea la responsabilidad de cualquier problema. Se trata de una campaña en la que cada uno representa sus intereses populistas y partidistas, en la que la idea de Europa pasa a un segundo plano.
Michael Spreng es periodista y asesor político. Dirigió la campaña del candidato de la CDU / CSU Edmund Stoiber. En su blog semanal Sprengsatz (‘carga explosiva') crítica y analiza los acontecimientos políticos en Alemania y Europa.