Golpe de “rating”
14 de enero de 2012Las reacciones ante la rebaja de la calificación de solvencia de nueve países europeos, anunciada a última hora del viernes (13.1.2012) por la agencia estadounidense Standard & Poor’s –una de las tres más importantes a escala global–, no se han hecho esperar. Este 14 de enero, la canciller alemana, Angela Merkel, describió la atribución de notas negativas a Francia, Austria, España, Italia, Portugal, Chipre, Malta, Eslovaquia y Eslovenia como un llamado a acelerar la firma de un pacto fiscal que garantice una mayor disciplina presupuestaria en la zona euro.
Merkel destacó también la importancia de activar, lo antes posible, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), el fondo de rescate económico permanente que reemplazará al actual Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) a partir de julio. La jefa del Gobierno germano subrayó que, al contrario del FEEF, el MEE no deberá abastecerse de capital fresco en los mercados financieros ni estará sujeto a las valoraciones de agencias de calificación de riesgos como Standard & Poor’s.
Aunque Standard & Poor’s le ha atribuido al FEEF la nota más alta de su escala (AAA), la agencia de rating está por publicar una nueva evaluación del fondo y muchos temen que su calificación se vea perjudicada por la rebaja de la nota de Francia, país clave para el funcionamiento del FEEF por ser la economía más sólida de la zona euro, después de Alemania. Francia bajó del nivel AAA al AA+ y los pronósticos de Standard & Poor’s apuntan a que podría ser objeto de otras rebajas a mediano plazo.
Alemania conserva la máxima calificación
También Austria perdió la máxima calificación este 13 de enero. España descendió dos niveles en la escala de Standard & Poor’s, de AA– a A, y terminó cinco grados por debajo de la mejor nota. Los bonos italianos bajaron más de dos escalones hasta terminar en el nivel BBB+, a dos grados de los llamados “bonos basura”. Chipre y Portugal descendieron dos escalones; a los bonos portugueses se les atribuyó la nota BB+, con lo que ya son considerados “bonos basura”. Malta, Eslovaquia y Eslovenia sólo descendieron un escalón.
Alemania conservó la máxima calificación crediticia (AAA) y nada sugiere que deba temer a una rebaja en el futuro cercano. En Europa, sólo Finlandia, Luxemburgo y los Países Bajos han recibido la nota AAA aparte de Alemania; a escala mundial, la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s sólo le ha dado la nota más alta a trece países, sin contar a Hong Kong. Standard & Poor’s explicó en un comunicado que sus rebajas se deben a lo poco que la clase política europea ha hecho para poner coto a la crisis de la eurozona.
La agencia de calificación de riesgos advirtió que la lentitud con que los políticos europeos negociaban un acuerdo para sacar al bloque comunitario del atolladero contrastaba con la velocidad con que empeoraban las condiciones crediticias y las perspectivas económicas de la zona euro. Los analistas de Standard & Poor’s desestimaron la efectividad de las decisiones tomadas en la cumbre europea del 9 de diciembre de 2011 para frenar la crisis monetaria, política y financiera en la eurozona, cuyos socios se hallan al borde de la recesión.
Una decisión “incomprensible”
En el Viejo Continente, la rebaja de la calificación de solvencia de nueve países europeos ha sido tildada de incomprensible y los argumentos de Standard & Poor’s han sido rebatidos ferozmente. A juicio de Rolf Schneider, economista jefe de la aseguradora más grande de Alemania, Allianz, los pasos hacia el pacto fiscal comunitario constituyen un gran avance. La agencia de calificación de riesgos debería haber esperado hasta la próxima cumbre europea, a finales de enero, para anunciar las rebajas en cuestión.
¿Demasiado tiempo para tan poco progreso? Al contrario, dicen algunos expertos. La dirigencia política de los países europeos ha emprendido reformas, medidas de austeridad y recortes fiscales marcados en un lapso relativamente breve. Más no se puede hacer en este momento en la eurozona, dicen los especialistas, dejando claro que la crisis de la deuda que aflige a varios países comunitarios tardará muchos años en resolverse y que los inversionistas ya sabían que así sería. ¿Qué hacer entonces?
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, recomienda mantener la calma, como lo hizo Estados Unidos cuando Standard & Poor’s rebajó su calificación crediticia en agosto de 2011. En ese momento, el hombre fuerte de Washington, Barack Obama, declaró que ignoraría simplemente la decisión de la agencia de rating. Aún después de perder su nota AAA, los intereses de sus bonos estatales no subieron. Quizás sea hora de que los europeos exhiban mayor seguridad en sí mismos.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Pablo Kummetz