Stuttgart: “apagón” ofensivo y tenue luz de esperanza
4 de marzo de 2022Durante buena parte del torneo, el Stuttgart ha navegado en la orfandad ofensiva. La mejor prueba de ello son los escasos 28 goles anotados en las 24 jornadas de lo que va del campeonato. Y aunque no es la peor marca de la Bundesliga, ciertamente engaña.
Como ya se ha comentado en estos espacios, el mejor goleador del club sigue siendo el defensor griego Konstantinos Mavropanos, con 4 anotaciones. La mayor aportación ofensiva general viene del belga Orel Mangala, con cinco puntos entre goles (1) y asistencias (4).
La sequía de los delanteros del Stuttgart es especialmente lastimosa, si tomamos en cuenta la dorada tradición de un club que a lo largo de las décadas ha tenido a auténticas glorias en su formación ofensiva.
Todavía se recuerda la gran dupla que hicieron en su momento Mario Gomez (antes de su fichaje por el Bayern Múnich) y el brasileño-alemán Cacau, que incluso llegó a formar parte de la selección alemana (dato curioso: Cacau anotó más goles en el Stuttgart, 80, que Gomez, 78).
Y ni qué decir de iconos del fútbol alemán como Jürgen Klinsmann, Fredi Bobic, Fritz Walter o Kevin Kuranyi, formado en la cantera del club de Suabia.
Un hombro hace temblar a todo el equipo
De hecho, el Stuttgart parecía tener resuelta la ecuación ofensiva con el goleador austríaco Sasa Kalajdzic, sexto anotador de la campaña pasada con 16 goles. La gran actuación de Kalajdzic en la Eurocopa prometía grandes cosas para su equipo en la Bundesliga.
Sin embargo, poco después el artillero se lesionó del hombro y estuvo fuera la mayor parte de la primera ronda. El club no pudo o no quiso reaccionar a tiempo, pese a contar en apariencia con recursos suficientes tras la venta del argentino Nicolás González al Florencia por 23,5 millones de euros, y del portero Gregor Kobel al Borussia Dortmund por 15 millones más.
El resultado fue poco menos que desastroso. Con los delanteros a su disposición, el Stuttgart sufrió un "apagón” ofensivo que, junto con otros factores, lo tiene al borde del descenso.
Una esperanza llamada Tiago
Fue solo hasta enero de 2022 que el Stuttgart intervino en el mercado de fichajes, adquiriendo en cesión al joven Tiago Tomás, que de inmediato comenzó a marcar una diferencia: anotó doblete en su debut en la Bundesliga contra el Bayer Leverkusen, y aunque el Stuttgart perdió, el portugués mostró la dirección que debe seguir el equipo a la ofensiva.
En sus dos partidos posteriores, ante rivales complicados como el Bochum y el Hoffenheim, Tiago no logró repetir la dosis. Sin embargo, el canterano del Sporting de Lisboa ya cuenta con el acompañamiento de Kalajdzic, aparentemente recuperado de la lesión. Juntos, el austríaco y el portugués pueden formar la delantera ideal que el Stuttgart tanto necesita.
El barco se hunde
Si esto ha de suceder, debe ser cuanto antes. Faltando diez partidos por jugar en el torneo, el Stuttgart no consigue levantar bajo la batuta de Matarazzo. El club va penúltimo en la tabla general, e incluso se va alejando del sitio de repechaje, que no alcanzaría ni siquiera con un triunfo ante el Borussia Mönchengladbach.
No hay cómo embellecer la situación. El club que se estampó la estrella de campeón en 2007 hoy está más cerca de descender de nuevo a la segunda división, de la cual recientemente fue huésped, que de cualquier otra cosa.
Si algo puede salvarlo, es una explosión ofensiva a cargo de Tiago y Kalajdzic. De lo contrario, le esperan el purgatorio y otros crueles destinos: en los mentideros de la Bundesliga se dice que Kalajdzic, de manera profiláctica, busca ya nuevo trabajo más allá de los hermosos bosques a orillas del río Neckar.