Subastarán anillo de Hitler y documentos de Hess
7 de septiembre de 2013
Unos misteriosos documentos sobre el número dos de Adolf Hitler, Rudolf Hess, se subastarán los días 10 y 11 de septiembre en Maryland: se trata de 14 protocolos, copias y cartas que los historiadores consideran que podrían arrojar luz sobre el enigmático líder nazi que voló a Escocia en plena guerra. En esa jornada se someterán al mejor postor también un anillo de Hitler y otras reliquias, como uniformes y banderas, de la Segunda Guerra Mundial.
Los documentos incluyen al parecer un borrador de un acuerdo de paz que se cree que Hess quiso presentar a los británicos en 1941. La casa de subastas Alexander Historical Auctions, especializada en reliquias militares, espera recaudar 225.000 euros por las actas que llevan un sello con las iniciales “RH”. Hess era, hasta el momento de su vuelo a Reino Unido, el segundo mando del Tercer Reich, directamente tras Hitler.
Parte de los documentos han sido publicados, pero otros siguen siendo desconocidos y explosivos, asegura la casa de subastas. Lo más interesante sería ese supuesto plan de paz que Hess llevaba en su equipaje cuando cayó sobre Escocia en 1941 y que propondría una división: los nazis querían Europa para ellos y a cambio dejarían a los británicos mantener su imperio en el resto del mundo, con la excepción de las colonias perdidas por Alemania en la Primera Guerra Mundial, que Berlín quería volver a controlar.
El asesor de Hitler voló en mayo de 1941 a Reino Unido para negociar una paz bilateral con ese país, poco antes de la caída alemana ante las tropas soviéticas. Pero Londres se mantuvo fiel a la coalición aliada y en lugar de negociar encerró a Hess. Éste se suicidó en 1987, después de más de dos décadas como el único preso en una cárcel para criminales de guerra en Berlín-Spandau.
¿De dónde salieron?
Pocos años de la muerte de Hess, un historiador recibió una llamada anónima con la indicación de que al día siguiente acudiera a un lugar específico y allí encontró los documentos con un sello de “Most Secret” (alto secreto), lo que hace sospechar que la fuente era británica.
Pero Londres no denunció pérdida alguna, sino que mostró su completo desconocimiento sobre las actas, por lo que la fuente ha seguido siendo un enigma hasta la actualidad. Incluso se habló de la posibilidad de que fuera el antiguo jefe del servicio secreto británico MI6, sir Maurice Oldfiel.
Pese a las dudas sobre su autenticidad, la casa de subastas asegura que son documentos originales, y también el archivo de Coblenza confía en esa posibilidad. Expertos estudiaron el material y llegaron a la conclusión de que la caligrafía coincide en la cabecera de la carta y en la forma idéntica de escritura de algunas mayúsculas, aunque no pueden dar la luz verde definitiva, pues no se han llevado a cabo pruebas en profundidad del papel o de la tinta.
El anillo del Führer
Por otro lado, un anillo de oro y rubíes con una esvástica que habría pertenecido a Adolf Hitler será también subastado la próxima semana en Estados Unidos y por la misma casa de subastas, Alexander Historical Auctions. El anillo, que había estado perdido durante años, fue un regalo del orfebre Karl Berthold para el dictador y tendría un valor de entre 75.000 y 100.000 dólares.
Berthold fue un conocido orfebre y admirador de Hitler que hizo su carrera durante el régimen nazi, indicó la casa de subastas, que garantizó que la joya es verdadera. El ostentoso anillo tiene un diseño de una esvástica formada por rubíes y está hecho de plata, ya que prácticamente no queda nada del baño de oro con el que estaba cubierto.
En la subasta también estará la caja que lo contenía, un globo terráqueo plateado en el que también está grabada una esvástica y que cuenta con un pedestal de madera. Alexander Historical Auctions aseguró que posee documentos que demuestran que la sortija es auténtica. En esos documentos se indica que éste fue recuperado por un soldado estadounidense del sótano inundado de Berchtesgaden, refugio de montaña de Hitler en Baviera, al final de la Segunda Guerra Mundial. Previamente estuvo en manos de varios coleccionistas y el último murió hace dos años, por lo que su nieto lo llevó hasta la casa de subastas.
Autor: dpa
Editor: Diego Zúñiga