Suiza: ovejas negras
20 de octubre de 2007Unos 4,7 millones de personas están convocados a las urnas, pero la nación es famosa por la baja participación en las elecciones, que osciló entre el 40 y el 45 por ciento en las generales celebradas en los últimos 45 años y apenas por encima en los referendos a los que los ciudadanos son invitados a participar cada año.
El número de votos recibidos por correo durante las pasadas tres semanas, durante las que pudieron votar entre el 50 y el 90 por ciento de la población independientemente de su lugar de residencia, fue bajo.
El politólogo Georg Lutz de la universidad de Berna considera que el bajo índice de voto postal anticipa una participación aún más baja que en 2003, cuando fue del 45 por ciento, lo que podría suponer menos apoyo para la derecha suiza.
La campaña con la oveja negra
“Tradicionalmente el Partido Popular se ha beneficiado de una participación alta, porque por lo general movilizó a nuevos votantes. Esta vez llevó a cabo una campaña increíblemente dura. Si con ello no gana, entonces perderá”, añadió.
Una dura campaña contra los extranjeros proporcionó al partido el liderazgo en las encuestas, pero también acusaciones de xenofobia tanto en Suiza como en el extranjero.
El controvertido cartel electoral que muestra una oveja negra siendo expulsada de Suiza, en respaldo de una política de deportación de extranjeros que cometan crímenes y de sus familias, ganó más publicidad que votos, según el analista. Con él, los conservadores llegaron al límite de su campaña. Ir más allá podría comenzar a
costarles apoyos, opina Lutz.
Los Verdes ganan apoyo
Mientras la derecha lideró las encuestas de opinión durante las últimas semanas de la campaña electoral y el centro se ha mantenido más bien estático, los Verdes son quienes más apoyo ganaron en su historia: se les otorga una intención de voto del 10 por ciento, 2,6 puntos por encima de los resultados de 2003.
Según Lutz, la cuestión medioambiental atrajo la atención de los votantes y el cambio climático ha sido un tema dominante que hizo ganar apoyo a los Verdes a expensas de la izquierda tradicional
suiza.