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PolíticaTaiwán

Taiwán, otra democracia asiática en crisis

Alexander Görlach.
Alexander Görlach
2 de enero de 2025

Taiwán atraviesa una crisis política que recuerda la reciente crisis de Estado de Corea del Sur. Alexander Görlach también destaca paralelos históricos.

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El presidente taiwanés, Lai Ching-te, en un acto oficial.
Lucha de poder en Taiwán: el presidente Lai Ching-te bajo presión.Imagen: Ann Wang/REUTERS

Poco más de un mes después del intento de golpe de Estado en Corea del Sur, la vecina Taiwán también atraviesa una crisis constitucional. Ambos países tienen en común que dos partidos se reparten el poder político.

En Corea del Sur, un presidente conservador se enfrenta a una mayoría parlamentaria liberal. En el Estado insular de Taiwán, en cambio, el presidente y el Gobierno pertenecen al liberal Partido Democrático Progresista (PDP), mientras que el Parlamento está dominado por los nacionalistas conservadores del Kuomintang (KMT).

Los nacionalistas taiwaneses están provocando una crisis: buscan renegociar las normas para nombrar a los jueces del Tribunal Constitucional, donde actualmente hay siete vacantes. Como medida de presión, el KMT ha bloqueado a los siete jueces nominados por el Gobierno, paralizando el funcionamiento del tribunal.

El presidente taiwanés, Lai Ching-te, seguramente no usará el estancamiento judicial como excusa para declarar la ley marcial -a diferencia del ahora suspendido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol-.

Sin embargo, en el caso de que Lai no ceda, Taiwán se enfrentará a una crisis de Estado o de democracia como la de Corea del Sur. Y, justo ahora, el Estado insular necesita un Gobierno capaz de actuar.

Propaganda a favor de Pekín

Con la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la amenaza de guerra de la República Popular China y la peligrosa situación en el estrecho de Taiwán y el mar de Filipinas Occidental, el país necesita un liderazgo fuerte y resistente, algo que los nacionalistas del KMT precisamente están tratando de frustrar, según sus críticos.

El KMT es un partido tradicionalmente cercano a Pekín y no se opone a una "reunificación" con la China continental. Todavía hay nacionalistas que honran a su "generalísimo" Chiang Kai-shek, quien fue el adversario de Mao Zedong en la guerra civil china. Tras su derrota en 1949, Chiang se retiró a la isla de Taiwán, donde estableció un régimen de terror.

El experto Alexander Görlach.
Alexander Görlach, experto en democracias asiáticas y columnista de DW.Imagen: privat

Una de las pocas cosas que Chiang y Mao compartían era la convicción de que la isla de Taiwán formaba parte de China. El KMT de hoy es el mismo partido que posibilitó casi cuatro décadas de tiranía de Chiang.

Sin embargo, en la actualidad, muy pocos isleños piensan que Taiwán necesita un mayor acercamiento a China. Las encuestas muestran que la gran mayoría de los residentes se sienten taiwaneses. Puesto que no desean cambiar el statu quo, el KMT intentar imponer su agenda pro-china con trucos y trampas.

Sin embargo, el partido liberal PDP tampoco goza de una popularidad general. Ante el aumento de los alquileres y los costos de vida, es criticado sobre todo por los votantes jóvenes y debe demostrar ser la fuerza de izquierda que dice ser.

Antiguos modelos de democratización

Otro de los paralelismos que se observan con Corea del Sur es que también allí la historia de los conservadores está estrechamente entrelazada con la dictadura militar. Ambos países comenzaron a democratizarse a finales de los años ochenta del siglo pasado.

Tanto en Corea del Sur como en Taiwán la transición a la democracia se pagó con la participación continuada de los antiguos opresores. En las dos naciones este precio permitió inicialmente un despertar democrático no violento.

Sin embargo, hoy, treinta y cinco años más tarde, es evidente que los actores totalitarios, que supuestamente se habían transformado en políticos democráticos, no están dispuestos a renunciar a su legado autoritario. Pueden torpedear e incluso revertir los proyectos democráticos.

Esta tendencia puede observarse actualmente en estas dos democracias de Asia Oriental y tiene consecuencias potencialmente fatales para el mundo democrático en general. Taiwán y Corea del Sur habían sido consideradas en su momento nuevos modelos a seguir, modelos que se necesitan urgentemente, en vista de la edad de hielo por la que atraviesan las democracias del Viejo y del Nuevo Mundo.

(vt/ers)