Terremotos: ¿Es posible predecirlos?
18 de mayo de 2005El sismólogo ruso Wolodya Kossobokow predijo una "tormenta de terremotos" en el área del Pacífico. Sería una serie de sismos causada por los de diciembre y marzo cerca de la isla indonesia de Sumatra.
Explicó que después de un terremoto, que generalmente disminuye la tensión en el área, se abre una grieta en la tierra en cuyos extremos se acumula una nueva tensión. En el momento en que la corteza ya no la soporte, se rompe y causa otro sismo. Es por eso que el riesgo de terremotos creció bastante desde el tsunami de diciembre, dijo Kossobokow.
Pronósticos difíciles
"Una predicción consta de tres partes: el lugar, la fecha y la magnitud", señaló el sismólogo alemán Jochen Zschau a DW-WORLD. Criticó la expresión drástica "tormenta de terremotos" que, según él, no tiene otro efecto que alimentar el pánico. "El mecanismo, según el cual un terremoto causa otro, sí es aceptado por los científicos", afirmó Zschau.
Sin embargo es imposible predecir cuándo ocurrirá el próximo sismo y qué intensidad tendrá. La grieta abierta por el terremoto de Asia en diciembre, que mide unos 1200 kilómetros, no tiene consecuencias para Sudamérica, pues las tensiones de la corteza terrestre no se trasladan por distancias tan grandes.
Estudio para Sudamérica
El director del instituto federal de sismología, Manfred Henger, estudió para DW-WORLD la situación de Sudamérica. La costa del pacífico y la cordillera de los Andes son zonas con elevado riesgo de terremotos. Aquí las placas tectónicas de Nazca y del Coco chocan con el continente.
Movimientos telúricos suelen sacudir la tierra con frecuencia e incluso el terremoto más fuerte de la historia tuvo lugar allí: fue el 22 de mayo de 1960 en Chile, con una magnitud de 9,5 en la escala de Richter.
Problemas de observación
Cada uno de esos terremotos abre una nueva grieta en cuyos extremos se acumula tensión. No obstante es difícil derivar de eso pronósticos geográficos de terremotos para Sudamérica por varios motivos. Primero porque los temblores de poca profundidad, que son los que más daños ocasionan, tienen lugar ante la costa, en el agua. Por eso no se puede ver qué trazado tiene la abertura que provocan. Lo único que se puede hacer son observaciones a lo largo del tiempo.
"En Sudamérica los períodos de observación son demasiado cortos, no hay suficientes datos", explicó Henger. Sin embargo supone que no habrá un terremoto donde ya hubo uno, dijo refiriéndose a la catástrofe de Chile hace 45 años. "Los terremotos no ocurren sistemáticamente como a uno le gustaría. Otro problema es que las grietas no sólo se producen en forma unidimensional sino en diferentes niveles de las placas", resume el experto.
Otro punto en contra de los pronósticos es que no sirven de nada si no precisan la fecha pues así es imposible evacuar gente, que es la única forma de salvar vidas.