Terror en la "primavera árabe"
29 de abril de 2011El País, de Madrid: “El atentado de Marraquech, que ha sorprendido en Madrid a una nutrida delegación ministerial marroquí, supone un golpe contundente a la economía del país vecino, basada en buena medida en el turismo y muy castigada ya por los acontecimientos que agitan el norte de África. Pero, sobre todo, la trágica voladura del café Argana, sobre la que Mohamed VI ha exigido a sus ministros respuestas rápidas y transparentes, representa un brusco frenazo, como poco, del proceso reformista anunciado por el rey de Marruecos para intentar evitar que prendan en su país con todas sus consecuencias las revueltas populares que sacuden el mundo árabe.”
“Los terroristas quieren frenar la ola de libertad”
Corriere della Sera, de Milán: “Lo que ha pasado allí no ha sido ningún accidente. Este transcendente ataque en la hermosa ciudad de Marraquech, que durante la primavera ha estado a rebosar de turistas –especialmente franceses-, es el brutal mensaje de los fanáticos terroristas relacionados con Al-Qaeda al progresista rey de Marruecos. (…) Porque Marruecos podría muy bien ser el líder en los avances por la democracia y por el respeto a los derechos humanos, en respuesta a las exigencias de las nuevas generaciones del norte de África y del Cercano Oriente. Y es esta ola de libertad la que los terroristas islámicos quieren frenar. Porque saben perfectamente que sería imposible dominarla y liderarla.”
“Apenas conseguirá girar el curso de la historia”
Libération, de París: “Esta bomba ha explotado como un trágico recuerdo de un tiempo pasado en el que parecía prohibirse la primavera árabe. Estos pueblos luchan desde hace meses, han despedido a los viejos autócratas, han forzado al régimen a llevar a cabo reformas y, al mismo tiempo, han descalificado a los grupos terroristas, apóstoles de la violencia ciega, que florecieron bajo la dictadura. No se oyó ni siquiera un grito de guerra de los terroristas durante las manifestaciones de Túnez, El Cairo o Casablanca. En ningún momento se ha hecho uso del terror. El atentado en Marraquech estuvo dirigido a los turistas y a la primavera árabe. Apenas conseguirá girar el curso de la historia, y esperemos que no sirva de pretexto para la policía para restringir las aspiraciones democráticas.”
“Los regímenes restantes cada vez se oponen con más fuerza”
Tagesspiegel, de Berlín: “En medio de la primavera árabe, la temperatura no debería seguir subiendo. (…) La Libia de Gadafi acaba su semana sin inmutarse por la indignación mundial ni por los ataques aéreos aliados contra su población rebelde; la Siria de Assad recorre con tanques las ciudades enemigas. (…) Cuatro meses después de la espectacular inmolación del verdulero Mohamed Bouazizi en Túnez, el Cercano y Medio Oriente se ha transformado en un nuevo mundo, aunque no en el que millones de jóvenes soñaban en su “revolución-Facebook”. Los regímenes restantes cada vez se oponen con más fuerza. El rey de Marruecos y el de Jordania no tienen intención de renunciar. El monarca de Arabia-Saudí intenta acallar a sus súbditos con regalos sociales de 110.000 millones de dólares.”
“La primavera árabe todavía no ha acabado con el terrorismo”
Paris Normandie, de Ruan: “Ayer, alguien quiso recordar que la primavera árabe todavía no ha acabado con el terrorismo. Que la intolerancia llevada a su máxima expresión, en otras palabras, la destrucción de otros por medio de la auto-destrucción, todavía tiene adeptos. Que el maravilloso impulso por la liberación del mundo árabe no ha eliminado el fanatismo de algunos para los que la libertad es sólo hacer lo que les venga en gana. (…) El hecho de que muestren su cara en medio de la conquista de la libertad por parte del pueblo árabe revela también la confusión de los organizadores y autores del atentado de Marraquech. (…) El movimiento popular los ha excluído, centrándose mucho más en las libertades universales y los derechos humanos fundamentales que en las reivindicaciones religiosas.”
Autora: Lydia Aranda Barandiain / dpa
Editora: Emilia Rojas Sasse