Terror en Niza: solo el islam puede parar a los islamistas
30 de octubre de 2020El atentado en Niza marca una nueva fase del terror islamista en Europa. Tras la decapitación del profesor Samuel Paty, Francia había declarado la alerta terrorista. Desde entonces, el ambiente estaba caldeado, incluso con llamados al boicot contra Francia. En este contexto, el atacante asesinó a tres personas en una iglesia, una de ellas decapitada. Ese tipo de violencia abominable se veía hasta ahora solamente en los actos del Estado Islámico, que decapitaba a personas en Siria e Irak. Mientras en aquellos países el Estado Islámico está arrinconado, en Europa encuentra imitadores.
Son lobos solitarios que se ven empujados en Internet a cometer sus crímenes y cuyas intenciones son muy difíciles de descubrir a tiempo. Posiblemente, se benefician de que, en la actual situación de pandemia, los Gobiernos dedican sus recursos a otras tareas. No pueden servir como justificación para asesinar personas inocentes ni las palabras del presidente francés sobre el islam ni la afirmación de que hay una islamofobia general, pues esta como tal no existe. En una sociedad libre pueden debatirse cuestiones controvertidas. Pero esa no es la intención de los terroristas islámicos, como tampoco era la de los terroristas de extrema izquierda. A ambos los une un delirio nihilista.
La cuestión es si los referentes islámicos sensatos son capaces de llegar hasta los potenciales lobos solitarios antes de que provoquen baños de sangre y siembren un odio que conduce a las sociedades a una guerra de civilizaciones. La radicalización de un islamista apenas tiene lugar ya en las mezquitas, pero solo los musulmanes pueden contener a los descarriados. No es correcto sentir sospechas generalizadas hacia todos los musulmanes. Eso da al llamado islam legalista la oportunidad de mostrar que su religión acepta el orden secular de Europa y sus valores. Quien considere el islam legalista más peligroso que el islam yihadista, debe cambiar su forma de pensar.
Al fin y al cabo, muchos musulmanes reconocen que viven su fe con más libertad en Europa que en la mayoría de países musulmanes autoritarios.
(ms/ers)