Diagnóstico prenatal controvertido
6 de julio de 2012”¡Nosotros también somos seres humanos!”, gritaba el actor berlinés Sebastian Urbanski el jueves pasado (05.07.2012) en una rueda de prensa en Berlín. Su llamado se dirige en contra de la nueva prueba de sangre para detectar el síndrome de Down, una discapacidad que resulta de una anomalía cromosómica. Urbanski sufre del síndrome que puede tener diferentes formas. Esta prueba conocida como prueba de Praena será admitida en Alemania dentro de los próximos días. Desde hace meses ha causado fuertes disputas.
Médicos, empresas farmacéuticas, juristas, políticos y asociaciones de discapacitados discuten la licitud ética y jurídica de la prueba. Ahora, en Berlín se ha presentado un informe que fue encargado por el delegado de discapacitados del gobierno federal. Habla sin rodeos: según el jurista Klaus Ferdinand Gärditz, la prueba de sangre prenatal para detectar el síndrome de Down es ilegal. Infringe la prohibición antidiscriminatoria de la Constitución, así como la ley de diagnósticos genéticos.
El diagnóstico positivo generalmente lleva al aborto
Para el delegado de discapacitados federal, Hubert Hüppe, el análisis del síndrome de Down equivale a un método para seleccionar a los discapacitados y matarlos. La prueba contradice la ética médica. “No sirve para fines médicos, ni terapéuticos,” porque el síndrome de Down no se puede curar, insiste Hüppe. Por eso, la prueba de sangre sirve casi únicamente para una selección, la discriminación en su peor forma. Para el autor del informe, Klaus Ferdinand Gärditz, la meta es meramente comercial y no tiene nada que ver con curar la enfermedad. Esta prueba costará alrededor de 1.200 euros. A diferencia del análisis de líquido amniótico, solo sirve para detectar defectos genéticos. Se estima que en el 90 por ciento de los casos el diagnóstico de trisomía lleva al aborto.
El obispo de Munster Felix Genn critio la “fantasía de omnipotencia” en virtud de la cual los humanos quieren controlarlo todo, hasta el genotipo. Al contrario, Frank Ulrich Montgomery, presidente de la asociación de médicos, defendió las controvertidas pruebas de sangre: “Nuestra sociedad se ha decidido por el diagnóstico prenatal.” Y el tiempo ya no se puede volver para atrás. En su opinión, es más seguro aplicar la prueba de sangre que hacer un análisis de líquido amniótico que conlleva riesgos.
La prueba fácil hace que la decisión sea más difícil
Gabriele Frech, del centro de información para embarazos y diagnósticos prenatales “Cara”, en Bremen, opina que esta nueva forma de análisis es problemática porque agrava la situación actual. En Alemania, la vida con niños discapacitados muchas veces se asocia a dificultades y sufrimientos. Por eso, las mujeres tienen que tomar su decisión bajo mucha presión. Y la presión aumenta con el perfeccionamiento de la prueba, ya que ahora es más fácil evitar el supuesto sufrimiento. Esto representa una gran responsabilidad. Además, según Gabriele Frech, esta prueba le abriría la puerta a otros análisis: “Es probable que pronto se vaya a poder leer el genoma del embrión. Y entonces, todo lo que difiera de la norma será puesto en duda.”
Necesitamos nuevas reglas
Desde el punto de vista técnico, la prueba es un avance, admite la asesora de embarazos. Porque el análisis de líquido amniótico es más peligroso y conlleva más riesgos de un aborto involuntario. Pero la dimensión ética es mayor. Por eso, la oficina de consulta planea una gran campaña para el otoño: “Nosotros queremos que esta discusión ética se vuelva a plantear. Después de todo es una cuestión fundamental: ¿queremos vivir en una sociedad que seleccione a los fetos con discapacidades genéticas?”
Actualmente, el Consejo Ético alemán está desarrollando una postura sobre el futuro del diagnóstico genético. Por ahora, el informe del jurista Gärditz no aclara la situación legal. Podrían presentarse otros informes con otras conclusiones.
Autor: Günther Birkestock/ VC
Editora: Emilia Rojas