Timoshenko quiere una mesa redonda para salir de la crisis
19 de abril de 2014
La ex primera ministra y candidata presidencial ucraniana Julia Timoshenko cree tener la solución para la crisis que afecta a su país, especialmente para resolver las aspiraciones separatistas de algunas zonas del este, cercanas a Rusia: una mesa redonda en la que participarían también las fuerzas prorrusas así como representantes de distintos estamentos de la sociedad.
Timoshenko se encuentra en Donetsk, donde uniformados prorrusos mantienen ocupados desde hace semanas varios edificios públicos, los que no piensan abandonar a pesar del acuerdo alcanzado en Ginebra entre Rusia, Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea. Los separatistas piden una Ucrania federal con amplios derechos autonómicos para las regiones donde el ruso es el idioma más fuerte.
No es primera vez que se propone una mesa de diálogo como solución a la crisis. Antes, Rusia había pedido que se considerara a todas las fuerzas del país en una negociación con vistas a las elecciones presidenciales, que se realizarán el próximo 25 de mayo. En esa elección, Timoshenko figura como una de las principales candidatas, aunque es superada en las encuestas por el empresario Piotr Poroshenko.
Nadie de Kiev los ha tomado en serio
La diferencia es que esta vez Timoshenko se reunió con los insurgentes en el hotel Astoria, donde conversaron de posibles soluciones para la crisis que hunde a Ucrania en un profundo abismo de incertidumbre. “El compromiso es posible. Timoshenko propuso organizar en Donetsk tras las fiestas de Pascua una gran mesa redonda para escuchar, entender, y de una vez por todas, trabajar en interés de la gente”, informó el equipo de prensa de la política.
La ex primera ministra, por su parte, afirmó que “no puedo decir que hayamos obrado un milagro, que todos los acuerdos estén sobre la mesa y de que podamos hacerlos realidad. Pero creo que el diálogo ha comenzado y eso es ya muy importante”, dijo. Los representantes de la llamada “República Popular de Donetsk” recriminan que nadie de Kiev se ha reunido con ellos. “Y Rusia se aprovecha de eso”, dijo Timoshenko.
Muchos en la zona industrial de Donetsk están indignados con el gobierno de Kiev, porque éste presenta a los manifestantes como borrachos al servicio del presidente ruso, Vladimir Putin. Por eso los activistas no se sienten comprendidos ni representados por los nuevos dirigentes, que en su mayoría proceden de la zona occidental del país, antirrusa. Y no quieren someterse a la cúpula ucraniana, por lo que exigen una federalización del país.
DZC (dpa, EFE)