En 2014, Mario Götze y André Schürrle se convirtieron en héroes. Fueron los artifices del gol que dio a Alemania la copa del Mundo. Pero esto más que una bendición, fue una maldición que terminó con Götze buscando club fuera de Alemania a los 28 años y con Schürrle colgando las botas a los 29. La historia de dos jugadores que sintieron la resaca de la gloria deportiva.