Todo lo que hay que hacer y saber antes de ir a la escuela primaria en Alemania
La elección de la escuela primaria es un tema que los padres toman muy en serio en Alemania. Estos participan en días de puertas abiertas, en reuniones, y se informan con todo detalle.
Mucho que hacer antes de ir al colegio
Antes de que un niño comience a ir a la escuela, los padres tienen mucho que organizar. Un año y medio antes, reciben una carta del ayuntamiento. Se los felicita porque sus hijos irán pronto al colegio y se les ofrece una lista de los centros más cercanos al domicilio familiar donde tendrían un lugar. Si los padres, por el contrario, desean otro centro, se le adjudicará si hay plazas vacantes.
Días de puertas abiertas para conocer las escuelas
Si un niño es aceptado o no en un determinado colegio depende de la cercanía de su casa, de si ya hay hermanos en dicho centro y del número de plazas. En otoño, las escuelas primarias tienen un día de puertas abiertas. Los padres y futuros escolares visitan los diversos centros para poder conocer de cerca cómo son los métodos de enseñanza y a los maestros, y los pequeños participan en clase.
Revisión médica antes de comenzar el curso
Otra de las obligaciones que hay que cumplir es la revisión médica. El profesional comprobará si el menor tiene las competencias necesarias para ir al colegio: vocabulario, vocalización, desarrollo motor, visión. En caso necesario, los niños reciben apoyo de logopedas o fisioterapeutas.
Aprender a ser más independientes
Además, los niños tienen que aprender ciertas cosas en casa antes de ir al colegio. Deben ir desarrollando habilidades para ser cada vez más independientes y, por lo tanto, practican cómo atarse los zapatos, vestirse sin ayuda, lavarse los dientes bien, ir al baño sin problemas y realizar actividades solos, pero siempre con el apoyo de los papás.
Regalitos y material escolar
Y, al final, viene lo más reconfortante: comprar el material para decorar el cucurucho escolar, hacerlo con los pequeños, rellenarlo con golosinas y regalitos. Reservar un restaurante, a veces, con hasta seis meses de antelación. Comprar el material escolar y, junto con los pequeños, pegarles a todos los objetos los adhesivos con su nombre y apellido, para que no los pierdan.