Transformación en el Ártico
En el Polo Norte se ha desatado la fiebre del oro negro. El Foro Internacional “El Ártico, territorio del diálogo”, en Rusia, lo deja claro: política y economía se interesan cada vez más por los recursos de la región.
Seguridad ambiental
En la tercera edición del Foro Internacional “El Ártico, territorio del diálogo”, que se celebra en la ciudad septentrional rusa de Salejard, decenas de políticos y expertos debaten sobre seguridad ambiental en el Ártico.
Activistas vs. industria extractiva
Greenpeace –cuyos activistas se hayan ahora detenidos en Rusia- desarrolla una gran campaña contra las perforaciones en el Ártico. La organización teme graves consecuencias para este sensible ecosistema de difícil acceso para los perforadores, en caso de un accidente.
Avidez de recursos
El cambio climático amenaza al medio ambiente y despierta la avidez de la industria. El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del mundo. Y el deshielo facilita la creación de rutas de acceso a las materias primas de la región.
Aspiraciones territoriales
Los cinco Estados cuyos límites convergen en el Ártico –Rusia, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca- realizan expediciones para concretar sus aspiraciones territoriales. Quien logre demostrar que su país está unido a una plataforma continental bajo el océano, pudiera beneficiarse de los recursos que supuestamente descansan bajo ella.
A toda vela
El velero ruso "Pedro I" completó en 2010 una vuelta al mundo a través del Ártico, sin la ayuda de ningún rompehielos. Lo que antes parecía imposible, comienza a ser casi normal, al menos para los barcos cargueros. El transporte marítimo a través del llamado Paso del Noreste se ha simplificado unas diez veces en los últimos tres años.
Rutas más cortas
Un barco puede viajar mucho más rápido desde Shanghai a Hamburgo atravesando la también denominada Ruta Marítima del Norte. El camino, bordeando la costa rusa, es 6.400 kilómetros más corto que la ruta tradicional, cruzando el Estrecho de Malaca y el Canal de Suez.
Oro negro
Los geólogos suponen que el Ártico esconde un cuarto de las reservas mundiales de petróleo y gas aún por descubrir. Pero los expertos advierten de los altos riesgos de perforar en la región. Ya la plataforma petrolera Kulluk, de Shell, se encalló a fines de 2012 frente a la isla Kodiak, en Alaska.
Turismo de cruceros
También los cruceros crecen como negocio en las aguas árticas. Ello, aunque los viajes son riesgosos, sobre todo en el oscuro invierno ártico. En 2011, los Estados árticos aprobaron el primer convenio sobre las responsabilidades de rescate en caso de accidentes.
Sobrevuelo contaminante
La descongelación de aeronaves es parte de la rutina en regiones frías como la noruega Tromsö. Según estudios, las rutas sobre el Ártico contribuyen a la contaminación del hielo con partículas de hollín, lo que refuerza además la absorción de la luz solar y, con ello, el calentamiento.
Intereses militares
Dinamarca, Canadá, Rusia y Estados Unidos se pelean por sus aspiraciones territoriales en el océano Ártico. El creciente interés económico ha llevado también a una fuerte presencia militar en la región. Estaciones como la “Daneborg Station”, en la isla danesa de Groenlandia Oriental (Østgrønland), han visto renovada su importancia.
Frías maniobras
Los ejércitos de los Estados árticos llevan a cabo maniobras militares regulares en la región. Aún sin la amenaza de un conflicto inminente, todos quieren mostrar su presencia, como Estados Unidos en esta foto, con su submarino “USS Annapolis”.
China en el juego
No solo los Estados árticos quieren sacar provecho del cambio climático. El rompehielos "Dragón de Nieve" se convirtió en 2012 el primer barco chino que llegó a Europa a través del Ártico. Ahora, China construye un nuevo rompehielos y se ha unido como observador al Consejo Ártico.
Asia atenta
La India administra desde 2008 su propia estación científica en el archipiélago Svalbard. Y, entretanto, también Japón y Surcorea muestran presencia en el Ártico