Trenes repletos de inmigrantes llegan a Austria y Alemania
1 de septiembre de 2015
Como por arte de magia, este lunes (31.08.2015) la presencia policial en la estación ferroviaria de Budapest, en Hungría, se hizo escasa o nula, permitiendo que los inmigrantes que tenían prohibido abordar los trenes con destino a Viena y Múnich pudieran seguir su larga travesía camino a una vida mejor. Los primeros trenes repletos de refugiados llegaron a Múnich la noche de este mismo lunes y se espera que otros más lo hagan en las próximas horas.
La legislación europea sostiene que quienes buscan asilo deben solicitarlo en el primer país de la Unión Europea donde llegan, pero la magnitud de la presión migratoria ha hecho que incluso las autoridades pasen por alto esta normativa. La mayoría de los refugiados huye de la guerra civil en Siria y tienen como objetivo llegar a Alemania. Los trenes fueron detenidos en Hungría y Viena, donde se vivieron escenas de caos ante la enorme cantidad de personas aglomeradas. Finalmente pudieron seguir su viaje hasta la primera potencia de la eurozona.
“Gracias a Dios nadie nos pidió el pasaporte. Si no hay policía, no hay problemas”, dijo Khalil, un profesor de inglés de 33 años de la ciudad siria de Kobani, mientras su esposa llevaba a su hija enferma tosiendo por la estación de Viena. Khalil narró cómo compró boletos para el tren en Budapest con dirección a la ciudad alemana de Hamburgo, agregando que está seguro de que tendrá una mejor bienvenida allí tras deambular por los Balcanes y Hungría.
¿Intervino “Mamá Merkel”?
Muchos de los que llegaron en la noche del lunes a la estación de ferrocarriles de Viena corrieron de inmediato para subirse a trenes que van hacia Alemania, mientras los policías miraban sin intervenir. En Múnich, en tanto, la policía informó que unos 400 inmigrantes llegaron en un tren procedente desde Hungría que pasó por Austria. “Hay reportes de al menos uno o dos trenes más están viniendo con un total de 300, 400 o 500 refugiados”, dijo a Reuters el oficial de policía Juergen Vanselow.
Por el momento no está claro qué fue lo que motivó a las autoridades húngaras a incumplir las leyes comunitarias. “La señora (Angela) Merkel intervino y habló con (el primer ministro húngaro) Viktor Orban para que podamos seguir”, afirmó un refugiado sirio. Pero no hay indicios de que así fuera. Como sea, los refugiados llaman a la canciller alemana “Mamá Merkel” por la, hasta ahora, buena disposición mostrada por Alemania para acoger a los inmigrantes.
Hombres, mujeres y niños sonreían con alivio al llegar a territorio alemán, donde la policía los conducía a un edificio para registrarlos. Desde ahí eran llevados en buses a un centro de acogida en el norte de la ciudad.
DZC (Reuters, dpa, EFE)