Tropas de Al-Assad rodean a rebeldes en Al Kusair
31 de mayo de 2013
El Ejército de Siria, apoyado por combatientes de la milicia libanesa de Hizbollah, intensificaron este viernes (31.05.2013) su asedio a los rebeldes en la localidad de Al Kusair, zona estratégica para el futuro de la guerra por servir de conexión entre los sectores administrados por los opositores.
La contraofensiva lanzada por las tropas leales al presidente Bashar al-Assad está cambiando el balance de la guerra civil que comenzó en marzo de 2011, justo a pocos días de la conferencia de paz en Ginebra. Las fuerzas del Gobierno tomaron control de la aldea de Arjun, situada a unos 6 kilómetros de Kusair.
Los rebeldes han perdido más de dos tercios de la localidad y dicen que ahora están aislados en el centro de la ciudad, con poco armamento. La captura de la localidad brindaría a Al-Assad el control del territorio entre Damasco y la costa, un bastión de la comunidad alauita. Los combatientes opositores han realizado llamados desesperados por refuerzos.
Más rebeldes a Al Kusair
Algunos de ellos aparentemente llegaron a la zona del combate. Los rebeldes aseguraron que pudieron infiltrar a más combatientes para seguir adelante con la batalla. La primera mitad de 2012 las fuerzas opositoras consiguieron sucesivos éxitos militares, pero una renovada contraofensiva oficialista está cambiando el curso de la guerra.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo activista con sede en Reino Unido que apoya a la oposición, dijo que cientos de combatientes de refuerzo lograron ingresar este viernes a Kusair. “Es demasiado pronto para determinar si pueden hacer la diferencia. Tenemos que ver si pueden ayudar a los combatientes a crear un punto de quiebre”, dijo Rami Abdelrahman, director del Observatorio.
Inaceptable envío de armas
En el ámbito diplomático, Moscú insinuó que podría acelerar la entrega de misiles avanzados al Gobierno de Assad para evitar una intervención occidental, aunque también lanzó la idea de que podría suspender el embarque, aparentemente dejando a los proyectiles como un elemento de persuasión en las negociaciones de paz de Ginebra.
El presidente francés, François Hollande, dijo que era inaceptable que Moscú estuviera discutiendo armar al Gobierno sirio antes de una conferencia de paz, pese a que de todas formas destacó la importancia de que los aliados occidentales suministren arsenal militar a los rebeldes.
En Washington, en tanto, el secretario de Estado John Kerry dijo que la retórica belicista y el aporte de armas al régimen sirio “no ayudaba” a imponer la paz, mientras que el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, de visita en Estados Unidos, dijo que el envío de armas rusas era un camino “completamente equivocado” si lo que se busca es acabar con la guerra.
DZC (Reuters, AFP, CNN)