Trump: 100 días de imprevisibilidad
26 de abril de 2017
El balance más benevolente de los primeros 100 días de Trump en la Casa Blanca es el que hace Eric Gómez, del instituto liberal-conservador Cato. A su juicio, el proceder de Trump en materia de política exterior apenas se diferencia del de su antecesor, Barack Obama, y combina presión política, diplomática y militar. No obstante, considera problemático que su política no sea previsible, porque el presidente cambia con frecuencia de opinión. Y lo atribuye a que lisa y llanamente Trump no entiende los contextos políticos exteriores.
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Asesores militares
También Michael Werz, del liberal Centro para el Progreso de América, lo ve así. Recuerda que Trump dio su primer paso en las relaciones con Pekín planteando nada menos que la peliaguda cuestión de si Taiwán pertenece o no a China. "En una entrevista mal preparada, puso así en duda una posición estadounidense de 40 años”, solo para luego dar marcha atrás, dice Werz, acotando que Trump metió los pies prácticamente en cada charco que encontró a su paso.
Indica igualmente que está rodeado de asesores con una agenda muy conservadora, de extrema derecha. Y entre ellos se cuentan varios militares, como el ministro de Defensa, James Mattis, un exgeneral. "Desde los tiempos de Franklin D. Roosevelt no había habido un general en el gabinete”, subraya Werz. También el asesor de Seguridad Nacional, Herbert Raymond McMaster, es un experimentado militar.
Estrategia ausente
¿Existe, pues, el riesgo de una "militarización” de la política exterior estadounidense? Eric Gómez cree que Trump no será renuente al uso de la fuerza militar. Así lo colige del bombardeo de una base aérea siria y de posiciones del EI en Afganistán. Además, apunta que Estados Unidos proporciona armas a Arabia Saudita en el marco de la guerra civil yemenita, una confrontación en la que Washington "no debería meterse”.
Gómez califica de "mala señal" el hecho de que Estados Unidos haya reaccionado a crisis de las pasadas semanas, como el ataque con armas químicas en Siria, con medidas militares. Y acota que de ello no puede deducirse una estrategia coherente.
¿Paralelos con la crisis de los misiles?
Jack James, de la Universidad John Hopkins, teme que pueda agudizarse la crisis en Corea del Norte. Indica que Pyongyang no solo posee bombas atómicas, sino que desarrolla también misiles de largo alcance. Y compara la situación con la crisis de los misiles de 1962, en la que el gobierno estadounidense logró evitar el emplazamiento de misiles y cabezas atómicas en Cuba. Solo que el presidente de entonces, John F. Kennedy, fue asesorado por un "regimiento” de expertos y funcionarios ministeriales. A Trump, en cambio, le faltan asesores que tengan conocimientos de trasfondo y manejen diversas opciones, máxime teniendo en cuenta que muchos puestos en los ministerios aún siguen vacantes, señala James. En su opinión, esa es una de las causas por las que Trump toma decisiones guiado por "instintos”.
El veredicto final de Werz es crítico. Califica al presidente estadounidense de "estructuralmente incapaz de aprender”. Añade que le faltan conocimientos, curiosidad e interés por el mundo, y que todavía se informa sobre todo a través de los noticieros de canales de TV conservadores. A su juicio, sus móviles son la egolatría y la necesidad de reconocimiento, y Trump es en el fondo una persona completamente apolítica. Una característica fatal para quien ocupa uno de los cargos de mayor poder en el mundo.
Autor: Miodrag Soric (ERS/DZC)