Trump aumenta la presión sobre China
6 de mayo de 2019"Otra vez nos vemos en medio de una guerra comercial", lamentaba este lunes (06.05.2019) por la mañana un operador bursátil. Con la valoración de Thomas Altmann, gestor de activos de QC Partners, parecen estar de acuerdo en las bolsas asiáticas: el índice de Shanghái, por ejemplo, cayó un 5,6% el lunes, la mayor pérdida en un solo día desde febrero de 2016. Y no es el único. El índice Shenzen perdió un 5,8%, el Hang Seng de Hong Kong un 2,9%. El Dax también abrió en Fráncfort a la baja.
Las negociaciones del nuevo acuerdo comercial van demasiado lento, escribió el presidente estadounidense, Donald Trump, en Twitter, para justificar los nuevos aranceles. China quiere seguir negociando, algo que él quiere evitar. Llevaba semanas elogiando los progresos en las conversaciones con Pekín. Este nuevo giro ha sido una sorpresa. La semana pasada se cerró una ronda de negociaciones en la capital china. Esta semana iba a tener lugar otra en Washington.
Ahora ya no está claro que vaya a celebrarse. China parece estar considerando detener las conversaciones tras el anuncio de nuevos aranceles. A mitad de semana debía acudir a Washington el viceprimer ministro y negociador jefe Liu He al frente de una delegación de un centenar de personas. Sin embargo, es "muy improbable" que acuda, escribió el mismo lunes el redactor jefe del periódico Global Times, editado por el gobernante Partido Comunista Chino.
"Muy improbable" nueva ronda de negociaciones
Oficialmente, desde Pekín dijeron que estaban trabajando para entender la situación, según explicó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Mientras, el equipo negociador prepara su viaje para "ir a los Estados Unidos a fin de negociar". El portavoz no especificó si el jefe negociador Liu He irá también.
"Trump agarra el cañón de matar moscas a cañonazos", vino a decir Jeffrey Halley, analista de Oanda en Singapur, "justo cuando las únicas dos palabras en la mente de los inversores y agentes eran 'negociación comercial". Los precios del petróleo cayeron inmediatamente más de un 2% y el yuan, la moneda china, se depreció un 1% frente al dólar.
Hace diez meses, el presidente estadounidense había impuesto aranceles especiales del 10% a las importaciones de ciertos productos chinos que representan un volumen de 200.000 millones de dólares y señaló un posible aumento al 25%. El pasado mes de diciembre, sin embargo, ambas partes acordaron un alto el fuego temporal en su enfrentamiento comercial durante la cumbre del G-20 en Buenos Aires.
Para otras importaciones, que representan un volumen de 50.000 millones de dólares, el tipo impositivo en la aduana es ya del 25%. Importaciones por valor de cientos de miles de millones de dólares quedaban todavía libres de aranceles. Pero esto va a cambiar en el corto plazo, siguió diciendo Trump en Twitter. China compra menos mercancías a los Estados Unidos que a la inversa. Como resultado, los aranceles punitivos del lado chino son más limitados.
Mejor acceso al mercado, mejor protección
El desencadenante del conflicto comercial es la demanda del gobierno de Washington a Pekín para que permita un mayor acceso al mercado chino. Los Estados Unidos quieren así reducir su déficit comercial, una mejor protección contra la piratería de productos y limitar la transferencia forzada de tecnología por parte de las empresas estadounidenses que operan en China. El conflicto ha estado afectando a la economía mundial durante meses.
"Para la economía alemana esto no es bueno en absoluto", comentó el director de la Federación Alemana de Cámaras de Comercio e Industria DIHK, Eric Schweitzer, al periódico Augsburger Allgemeine. Y auguró consecuencias si no hay un acuerdo. El presidente del renombrado Instituto Peterson de Investigación Económica de Washington, Adam Posen, criticó el último paso del presidente estadounidense: "la acción de Trump no logrará nada; no impulsará el crecimiento económico ni el empleo en Estados Unidos", dijo al periódico Die Welt. "En cambio, los hogares estadounidenses se verán virtualmente gravados con un nuevo impuesto".
Las empresas estadounidenses que importan de China trasladan los aranceles que pagan al precio que cobran al cliente final. Por ejemplo, los precios de las lavadoras aumentaron en Estados Unidos un 12% en un año, según una investigación realizada por el Congreso de estadounidense en febrero de 2019.
El fabricante estadounidense de tractores Deere cuenta con un incremento del costo de sus materias primas este año de 100 millones de dólares a causa de los aranceles, por lo que la empresa quiere reducir costos y elevar sus precios.
En cualquier caso, para el presupuesto de Estados Unidos los derechos de aduana son una fuente adicional de ingresos. El New York Times informó de que los ingresos en octubre de 2018 habían aumentado alrededor de un 40% hasta los 5.500 millones de dólares, mostrando que hay más equilibrios en juego que el de la balanza comercial.
(lg/cp)
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