"Trump ha legitimado el racismo"
18 de noviembre de 2016Desde el triunfo de Donald Trump en las urnas, la ONG Centro Legal para la Pobreza Sureña (SPLC, por sus siglas en inglés), ha documentado más de 400 casos de delitos de odio contra minorías en Estados Unidos como la comunidad negra, hispana o LGBTI. La mayoría de las agresiones se ha dirigido contra inmigrantes.
Sobre todo las personas de origen mexicano se han convertido en blanco de ataques. Ángela Sanbrano, directora ejecutiva de la Red Mexicana de Líderes y Organizaciones Migrantes (RedMex), habla de un "ambiente antiinmigrante de odio". Maureen Meyer, coordinadora principal del programa de México de la organización WOLA, coincide en que se percibe un aumento de delitos de odio en Estados Unidos. "No nos habíamos dado cuenta de la magnitud del racismo y de la xenofobia hasta que ganó Trump. Se había pensado que esto se había superado", dice en entrevista con DW.
Sin embargo, agrega que no está claro qué tanto estos factores incidieron en el resultado de las elecciones en comparación con otros como la marginalización de poblaciones, la situación económica y el deseo de un cambio político radical.
"Trump está enviando mensajes peligrosos"
Meyer observa que las manifestaciones antiinmigrantes no se dan en todo el país, sino sobre todo en aquellas regiones estadounidenses donde la inmigración latinoamericana es más reciente. La experta de WOLA explica que la inmigración mexicana tuvo su auge en la década de los 90 del siglo XX hasta la mitad de la primera década del siglo XXI.
En los últimos diez años, en cambio, han llegado sobre todo refugiados centroamericanos. Sin embargo, el discurso populista generaliza la migración procedente de América Latina, tildándola de mexicana. Tampoco diferencia entre las personas de origen mexicano que viven desde hace generaciones en Estados Unidos y aquellas que recientemente llegaron al país.
"Hay muchas personas que sienten que el presidente electo ha legitimado el racismo. Está enviando mensajes muy peligrosos para los inmigrantes", señala Ángela Sanbrano. Los medios de comunicación se hicieron eco sobre todo del caso de un grupo de alumnos de una escuela de Michigan que le gritaron a sus compañeros hispanos, exigiendo que se "¡construya el muro!", en referencia a la promesa de campaña de Trump de construir un muro en la frontera con México.
Ciudades, escuelas y universidades santuario
Desde California, la directora ejecutiva de RedMex cuenta a DW que su asociación está informando a los inmigrantes mexicanos sobre sus derechos. "La constitución de Estados Unidos protege a todas las personas que viven en el país, independientemente de su estatus legal. Los agentes de inmigración tocan las puertas de las casas en busca de personas indocumentadas. Pero no pueden violar su privacidad. Necesitan la orden de un juez, y muchas veces no tienen esa orden".
Asimismo, destaca que hay protestas a lo largo y ancho del país, "enviando un mensaje al gobierno de que no vamos a tolerar el racismo y la xenofobia en nuestras ciudades y escuelas". Sanbrano señala que las organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes han presentado resoluciones para que cada vez más ciudades, escuelas y universidades sean declaradas santuarios. Esto quiere decir que se convierten en zonas donde los sin papeles no son perseguidos porque la policía se compromete a no revisar los documentos legales. La ciudad de Los Ángeles, por ejemplo, pronto podría ser declarada santuario.
El gabinete de Trump
Ángela Sanbrano añade que su red está "poniendo mucha atención en las personas que el presidente electo está trayendo a su gabinete como asesores". En opinión de Maureen Meyer, estos nombramientos, en especial la designación del encargado del departamento de seguridad interior de Estados Unidos, van a decir mucho acerca de qué tanto la administración de Trump va a priorizar las deportaciones y la seguridad fronteriza.
La entrevistada teme que, tras la victoria electoral del republicano, las patrullas fronterizas, encargadas de detener y deportar a los inmigrantes, se sientan con más libertad para cometer abusos y resten importancia a los ataques verbales y físicos contra los indocumentados.