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Trump recibe lluvia de críticas desde Europa

29 de enero de 2017

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Donald Trump
Imagen: picture-alliance/Olivier Douliery/CNP/AdMedia

La orden ejecutiva emitida por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que suspende por 120 días la acogida de refugiados y por 90 la concesión de visados a ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen ha sido recibida con indignación en las naciones europeas, que ven en esta nueva política migratoria una ataque frontal a los cimientos de la democracia.

El presidente francés, François Hollande, fue uno de los primeros en reaccionar al decirle personalmente a Trump, en una conversación telefónica sostenida este 28 de enero, que la defensa de la democracia implica el respeto de los principios en los que se sustenta, "en particular la acogida de los refugiados".

En Alemania, la canciller Angela Merkel declaró este domingo (29.1.2017) estar "convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión".

Partidos alemanes de diverso signo rechazaron el veto, y el expresidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, candidato socialdemócrata a las elecciones federales germanas, dijo que Trump había roto "un tabú", lo que dañará las relaciones transatlánticas, puntal tradicional de la política exterior alemana.

Duras reacciones hasta en el Reino Unido

En Gran Bretaña –donde buena parte de la población tiene raíces en Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán, Yemen y otros países donde la religión predominante es el Islam– la reacción del Gobierno llegó después de que la primer ministra, Theresa May, recibiera duras críticas por su negativa inicial a pronunciarse sobre este asunto.

Desde Downing Street, May –que finalmente declaró no estar de acuerdo con el polémico decreto de Trump– ordenó a sus ministros de Exteriores e Interior contactar a sus homólogos estadounidenses para aclarar la situación y evaluar las implicaciones de esas medidas para los refugiados, para los musulmanes o las personas percibidas como tales y para los ciudadanos británicos, muchos de los cuales tiene doble nacionalidad, correspondiendo una de ellas a uno de los Estados vetados.

El titular de Exteriores británico, Boris Johnson, aseguró a su vez que el Gobierno protegerá los derechos y libertades de los nacionales del Reino Unido, aquí y en el extranjero. "Es divisorio y equivocado estigmatizar a las personas por su nacionalidad", dijo Johnson. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en llegar a ese puesto, calificó la ley de "vergonzosa" y "cruel".

Mientras, el líder laborista británico, Jeremy Corbyn, fue más allá y exigió cancelar la visita de Trump al Reino Unido hasta que se levante la nueva medida migratoria estadounidense.

La Unión Europea condena la moción

En Suiza, el ministro de Exteriores, Didier Burkhalter, declaró que la decisión de Trump "va en la mala dirección", pues las medidas antiterroristas "deben respetar los derechos fundamentales, así como el derecho internacional", y criticó "la discriminación de los seres humanos en razón de su religión o de su lugar de origen".

En la misma clave, su colega austríaco, Sebastian Kurz, afirmó que "el justificado compromiso contra el terrorismo y el islamismo no puede conducir a que se ponga bajo una sospecha generalizada a toda una comunidad religiosa y a Estados enteros".

En Bruselas, fuentes de la Comisión Europea (CE) aseguraron que la institución estudiará las consecuencias para los ciudadanos comunitarios de la nueva política migratoria de EEUU, que también fue rechazada por el Gobierno de Bélgica.

El ministro de Exteriores de Irlanda, Charlie Flanagan, advirtió de que la política de Trump "puede tener consecuencias a largo plazo, tanto en el ámbito humanitario como para las relaciones entre Estados Unidos y la comunidad musulmana mundial".

Líneas aéreas ceden ante Washington

 

En respuesta a estas críticas, Trump defendió su decisión, que basa en la necesidad de defender a Estados Unidos del terrorismo yihadista, al declarar que el país necesita unas "fronteras sólidas", y volvió a criticar la situación migratoria en Europa y el resto del mundo.

"Nuestro país necesita fronteras sólidas y un escrutinio extremo, AHORA. Miren lo que está sucediendo en toda Europa y, ciertamente, en el mundo - ¡un lío terrible!", afirmó en su cuenta en Twitter.

En medio del revuelo general, compañías aéreas como KLM, Air France o Brussels Airlines admitieron que ya se ven obligadas a cumplir la orden de Estados Unidos y desviar a los pasajeros procedentes de los siete países árabes y africanos afectados.

A su vez, la Agencia Internacional del Transporte Aéreo (IATA) advirtió a sus aerolíneas que el decreto de Trump también afecta al personal de cabina, pues los nacionales de los siete países citados no podrán volar a Estados Unidos. (EFE)