Turquía en norte de Siria: una invasión, muchos perdedores
11 de octubre de 2019Ataques de aviones de combate turcos a lo largo de la frontera turca, miles de civiles huyendo de la zona: comenzó la operación militar turca en el norte de Siria. Las Fuerzas Aéreas y la Artillería alcanzaron 181 objetivos de las "Unidades de Defensa Popular" (UPD) kurdas, publicó el Ministerio de Defensa turco en Twitter. El vicepresidente del país, Fuat Oktay, mostró su satisfacción con la operación militar. Transcurre, según él, de acuerdo a lo planeado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que quería erradicar un "corredor del terrorismo" en la frontera sur de Turquía, en el área kurda, y construir allí la paz. Muchos observadores dudan de que logre su objetivo.
"La misión militar turca afectará la estabilidad en todo Medio Oriente y la situación política a nivel local y regional", afirmó el experto militar libanés Nizar Abdelkader. Esta operación causará sufrimiento y miseria, según él. "La crisis siria se está volviendo aún más complicada, y el intento de encontrar una solución política será difícilmente posible", añadió.
Impacto difícil de predecir
El impacto de la ofensiva militar es difícil de predecir, según el periódico británico "Elaph”. Los kurdos no son los únicos perdedores de dicha operación. También podría mermar seriamente el éxito de la lucha antiterrorista internacional: los combatientes del Estado Islámico (EI) capturados en las zonas kurdas podrían usar el caos para escaparse y repartirse por toda la región.
La invasión también perjudica a Turquía, ya que el Gobierno está obligando a la población a entablar una "guerra interminable" contra los kurdos, según el diario online "Elaph”. Después de que Estados Unidos haya equipado y entrenado militarmente a los kurdos, en dicho periódico se cree que las batallas entre ambos bandos serán duraderas. Esto podría convertirse en una especie de "Vietnam" para Turquía, lo que lo llevaría a una lucha agotadora que difícilmente podría ganar.
A Turquía ya le arrecian las primeras críticas por la invasión. El presidente turco respondió al gabinete del presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, que no tiene derecho a criticar la ofensiva, porque el Gobierno de Egipto ha demostrado ser un "asesino" de la democracia en su propio país. Y a Arabia Saudita, le reprochó: "¿Quién causó el estado actual de Yemen?", aludiendo a la coalición militar internacional liderada por el país, cuya abrumadora lucha terrorista, principalmente por aire, contra los hutíes insurgentes sumió al país en una catástrofe humanitaria.
¿Nueva alineación de Turquía?
Esas declaraciones muestran cómo Erdogan ha cambiado su actitud hacia la guerra en Yemen. Si inicialmente aprobó la actuación de la coalición, ahora se ha vuelto contra ella. Eso también podría entenderse como una señal silenciosa hacia Irán, el oponente de Arabia Saudita. Irán también criticó la operación turca, citando los peligros para la población civil. Además, realizó una importante maniobra militar en la frontera con Turquía. Al mismo tiempo, Teherán expresó que las preocupaciones de Turquía son comprensibles con respecto a la seguridad de sus fronteras en el sur. Aunque también hay muchos kurdos en Irán, no se ha producido un conflicto tan violento como en Turquía.
Sin embargo, para el Partido de la Unión Democrática en Siria (PUD), Irán aún mantiene su distancia por otra razón: "Durante la guerra civil en Siria, el PUD se convirtió en el socio táctico de Teherán en la lucha contra el Estado Islámico", dijo el politólogo turco Gulriz Sen. Después de derrotar a gran parte del EI, al Gobierno de Teherán le molestaron las buenas relaciones del partido kurdo con Estados Unidos. "Por lo tanto, apoya la reconciliación entre los kurdos sirios y el régimen de Assad, que tiene como objetivo aumentar el control sobre Siria y debilitar la presencia de EE. UU. en ese país", añadió.
¿Pérdida de poder de los estados árabes del Golfo?
Independientemente de cómo siga evolucionando el eje Teherán-Ankara en el futuro, Estados como los Emiratos Árabes Unidos y, sobre todo, Arabia Saudita han perdido aparentemente influencia en la región: han estado involucrados en la guerra siria hasta la fecha y están apoyando allí a los yihadistas contra el régimen de Assad.
Esa desventaja es aún más patente cuando el aliado más importante del reino, Estados Unidos, no se ha retirado por completo del norte de Siria, pero sí en gran medida. En muchas partes de la prensa árabe, la retirada se ve como una traición a los kurdos, que fueron socios cercanos de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico. "Podría hacer lo mismo con otros socios", se lee en la web árabe Rai al-youm. Entretanto, Estados Unidos tiene una alta producción de petróleo, lo que lo hace independiente de las importaciones de Medio Oriente. El objetivo de Trump, en este caso, es claro: "Quiere vender armas a sus aliados, pero no necesariamente defenderlos", asegura el sitio árabe.
(rmr/ms)
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