Turquía, un factor de tensión en el Mediterráneo
10 de agosto de 2020Hace unas semanas no se descartaba un conflicto armado entre Grecia y Turquía en el Mar Egeo. La razón: los planes de Ankara de perforar en busca de gas en una zona marítima reclamada por Grecia. El gobierno turco adujo que esa zona es ahora territorio turco, según un acuerdo con el gobierno libio en Trípoli.
Grecia, al igual que Turquía, envió buques de guerra a la región. Los ánimos se aplacaron en parte debido a debido a la influencia de la canciller alemana Angela Merkel. Pero solo por poco tiempo.
A comienzos de agosto, Grecia y Egipto firmaron un acuerdo que define sus respectivas zonas económicas en el Mediterráneo oriental. Debido a que se superponen con la zona económica reclamada por Turquía, Ankara amenaza con utilizar medios militares. DW entrevistó sobre el tema a Stephan Roll, jefe del Grupo de Investigación de Oriente Medio y África del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad (Stiftung Wissenschaft und Politik).
DW: Durante casi 15 años, Grecia y Egipto negociaron la división de sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE). El jueves pasado, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países firmaron un acuerdo en El Cairo. ¿Por qué la prisa?
Stephan Roll: El punto era poner a Turquía en su lugar. De hecho, el acuerdo greco-egipcio es solo parcial. La actual división de la ZEE no incluye las zonas marítimas al este de la isla griega de Rodas hasta la isla griega más oriental de Kastelorizo. Estas negociaciones siguen en curso.
¿Cuál es la razón de esto?
Lo principal era enviar una señal muy, muy rápida a Ankara de que no sería aceptable que Turquía redefiniera sus fronteras marítimas. Eso también podría explicar por qué se ha firmado ahora el acuerdo y por qué se van a seguir negociando los detalles.
También hay tensiones entre Egipto y Turquía. ¿Por qué se pelean? ¿Depósitos de gas? ¿Objetivos geopolíticos?
Ciertamente, en primer lugar se trata de los yacimientos de gas. Explotarlos es muy importante para Egipto. La estrategia energética egipcia tiene como objetivo la exportación de gas a mayor escala. Pero en última instancia, este conflicto con Turquía es mucho, mucho más grande. Se remonta al golpe militar en Egipto en 2013, que fue dirigido contra la Hermandad Musulmana que gobernaba en ese momento. El Cairo acusa a Turquía de apoyar a la Hermandad Musulmana, lo cual es en parte cierto. Muchos cuadros de la Hermandad Musulmana están exiliados en Turquía.
El Gobierno egipcio se siente amenazado por Turquía, se le acusa de planear un contragolpe. El conflicto existente ha cobrado una nueva dinámica, gracias al acuerdo sobre la zona económica exclusiva entre Turquía y Libia y a la participación de Turquía en Libia. Para El Cairo, es una situación completamente nueva que Turquía esté muy activa en Libia; incluso ha llevado al país mercenarios que luchan del lado del gobierno de Trípoli contra el general Haftar, que es apoyado por Egipto. El Cairo considera una gran amenaza que Ankara irrumpa en su propio patio trasero.
Las ZEE que Egipto y Grecia han acordado se superponen en parte con las zonas económicas que Turquía y el Gobierno de Libia reclaman para sí mismos. ¿Conduce esto inevitablemente a un conflicto armado?
No puedo imaginar que se produzca un conflicto armado. Ni Turquía, ni Grecia, y ciertamente tampoco Egipto, buscan una confrontación directa, especialmente porque el resultado sería incierto. La Unión Europea y la OTAN tampoco están interesadas en el enfrentamiento entre Grecia y Turquía. En el pasado, siempre ha habido momentos de escalada, pero han sido frenados. Pero nunca se sabe en la región. Por error, se salta un tiro y un incidente desarrolla un impulso propio. Pero realmente nadie lo quiere.
La UE parece estar fracasando como mediadora, ya que no tiene una posición unificada sobre Turquía. Francia, por ejemplo, ha tomado una posición muy clara contra Ankara. ¿Podría Alemania asumir este papel de mediador? ¿Sería aceptable para todas las partes?
Sería aceptable porque los alemanes claramente no tienen interés propio. Pero la pregunta es si Alemania tendría suficiente peso para lograr resultados en esta región. Tengo mis dudas al respecto. Tomemos el Proceso de Berlín, que Alemania inició para resolver el conflicto de Libia. No hubo seguimiento. Alemania no podía influir en las partes en conflicto para que respetaran el acuerdo. Alemania no es lo suficientemente poderosa. Por el momento solo puede ayudar a corto plazo en una situación aguda, como la conversación telefónica de la canciller Merkel con el presidente turco Erdogan hace unas semanas, cuando ayudó a evitar un conflicto armado entre los buques de guerra turcos y griegos en el Mar Egeo.
(jov/er)
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