UE-América Central: entre los conflictos y la integración
25 de septiembre de 2013Un grupo de trabajo de la delegación de la Unión Europea para las relaciones con América Central visitará Managua en los próximos días; también el comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs. "Estas visitas son beneficiosas y oportunas para países como los nuestros que, a menos que hagamos cosas mal, no salimos en los diarios internacionales”, decía el embajador de Nicaragua ante la Unión Europea, Lautaro Sandino, en una reunión en Bruselas. Como fuere, su país ocupa en estos días titulares: sumándose a Colombia, Costa Rica denuncia ante la ONU "agresiones inaceptables" de Nicaragua.
"El descubrimiento de petróleo en la región azuza el diferendo", dice a DW Manuel Alcántara Sáez, politólogo y latinoamericanista de la Universidad de Salamanca. Pero, independientemente de quién pueda tener razón, según el analista español, “a Nicaragua esto le viene muy cómodo porque, en el país, aglutina simpatías favor del presidente Ortega. Y en todo caso, las pugnas son la prueba de que quedan “heridas abiertas” en la región.
Integración, ¿para quién?
Como fuere, tanto Managua como los gobiernos de los otros cinco países firmantes del Acuerdo de Asociación (AdA) con la UE se declaran comprometidos con la integración centroamericana.
¿Se percibe la integración al viajar por Centroamérica? “No”, responde Alcántara, que ha recorrido recientemente la región. "Entre los sectores de la élite, en algún tipo de empresariado transnacional, sí. Pero en la sociedad civil, prácticamente no existe. No sólo es un problema de falta de instituciones o de minusvalía de las instituciones existentes. Creo que es un problema más profundo. Creo que hay una falta de voluntad, tanto política como de la propia sociedad centroamericana", anota.
Con miras a la firma del acuerdo de asociación -con un pilar comercial, de diálogo político y de cooperación - el SICA (Sistema de Integración Centroamericana) informaba en Bruselas acerca de grandes avances en la unión aduanera entre los países centroamericanos. Por el contrario, según Alcántara, "dada la escasa complementariedad de las economías, se ha avanzado muy poco. Aparte de buenas intenciones, hay muy poco en concreto. Es una gran decepción. Creo que ahí Europa ha tirado muchísimo dinero". Cabe anotar que desde la década de los noventa, la cooperación al desarrollo marcó las relaciones entre la UE y Centroamérica.
Ahora, en el marco del AdA –que, con excepción de El Salvador y Costa Rica, entró en vigor el 1 de agosto- por primera vez Nicaragua enviará, en calidad de socio, un contingente de 29 toneladas de azúcar a la Unión Europea. No obstante, de los seis países centroamericanos firmantes del AdA, cuatro figuran, según datos de la CEPAL, en la lista de los países más pobres de América Latina. Esto quiere decir que la cooperación seguirá siendo un elemento de la relación con una Nicaragua, que ocupa el segundo lugar de crecimiento de la región.
El país crece
En un país que ha estado marcado por la polarización, “las alianzas entre el sector público y los empresarios promovidas por el gobierno de Nicaragua desde el 2007 han logrado traducirse en fortalecimiento de la confianza, lo cual es atractivo para inversionistas locales y extranjeros”, explicaba el embajador Sandino. “El país acumuló muchos años de pobreza y está saliendo de ella”, decía el diplomático, subrayando las bondades del sistema económico instaurado por Managua desde el 2007.
Con respecto a esto, Alcántara acota: “Nicaragua ha consolidado un papel muy extraño con su discuro oficial de apoyo a las tesis del Socialismo del siglo XXI. Esto se traduce también en un escenario de personalización de la política muy fuerte en torno al presidente Ortega y a su esposa, con un alto grado de desinstitucionalización y un pacto muy curioso con el empresariado nicaragüense que, de alguna manera, está haciendo grandes negocios. Además, la política de Nicaragua no se traduce en una clara apuesta por políticas sociales o por una clara política fiscal que grave a los que más tienen; en ese sentido, hay un escenario bastante decepcionante”.
Hace noticia
Volviendo a los titulares: que Costa Rica pida medidas cautelares contra su socio centroamericano ¿incidirá negativamente en la integración de la región? El analista español responde negativamente.
“La integración física no ha avanzado nada en los últimos cuarenta años y la cooperación europea, con buenas intenciones, ha terminado siendo errática. Al final no se ha logrado constituir un lobby europeo en los países de América Central”, dice Alcántara. cY concluye que, independientemente de quién pueda tener razón en esos litigios con Nicaragua, esto no significará un factor de disrupción en la integración centroamericana, porque “no importa cuánto se esfuercen el SICA y la cooperación europea, la integración centroamericana no existe”.