UE-LAC: informe migración
14 de mayo de 2010“Se calcula que para el año 2050 harán falta en toda Europa unos 50 millones de personas, debido a la composición y al desarrollo demográfico de la Unión Europea”, dice a DW-WORLD María Muñiz, parlamentaria europea que presenta un informe sobre Migración en el marco de Eurolat, una asamblea parlamentaria mixta entre America Latina y la Unión Europea.
Reunidos en Sevilla el 13 y el 14 de mayo, miembros de parlamentos del continente americano y eurodiputados preparan propuestas con vistas a los encuentros de la próxima semana en torno a la VI Cumbre entre la UE y América Latina y el Caribe. La migración –en ambos sentidos– es, según Muñiz, “un tema sensible”. Aún vibra en este tema la ola de protesta que despertó en América Latina la aprobación de la Directiva de retorno –que prescribe para el ámbito europeo prisión de hasta 18 meses para sin papeles y establece condiciones comunes para su expulsión. De una criminalización del inmigrante hablan organizaciones de derechos humanos como Proasyl.
“La inmigración a la Unión Europea tiene que ser ordenada, tiene que estar vinculada al mercado de trabajo y tiene que combinarse con otras políticas de integración, con políticas de cooperación con los países de origen y los países de tránsito. Al tratarse de un mercado interior, todas las medidas tienen que estar combinadas y acordadas en el marco de la Unión Europea. Se tiende a tener una política de migración común”, explica Muñiz. Del grupo de trabajo creado para superar el escollo de la Directiva de retorno –que la eurodiputada prefiere no denominar “directiva de la vergüenza”– ha salido la propuesta de crear un Observatorio de las Migraciones: “Para que podamos analizar los datos, para saber cuánta gente viene, a qué se dedica, qué trabajo tiene y tener una panorámica general con datos científicos concretos de qué es lo que está pasando con el fenómeno de la migración entre Unión Europea y América Latina”.
No es lo mismo España que Finlandia
Claro queda que el flujo de migración latinaomericano no es homogéneo para los 27: España es el destino número uno de los latinoamericanos, seguido de Italia. “Por razones del idioma y de toda la herencia común, incluso familiar. Hay muchos inmigrantes que son descendientes de españoles; muchos lazos nos unen”, dice Muñiz.
Sin embargo, en un espacio sin fronteras interiores, al ingresar una persona a un país de los 27 está entrando a toda la Unión Europea. Por ello, la tendencia a unificar las políticas de migración. Regularizaciones masivas en un país miembro de la UE –como las realizadas por España, la última en 2005– no son bien vistas. España, volviendo la espalda a sus innegables lazos con el continente americano, tiene que europeizar su política en ese sentido, tiene que acoplarse a las necesidades de los otros, coinciden especialistas consultados por DW-WORLD.
El Pacto Europeo de Inmigración
Luchar contra la inmigración ilegal y regular expulsiones, aumentar el control de fronteras, una política común de asilo, crear acuerdos con los países de origen y tránsito y organizar la inmigración legal, son los objetivos del Pacto Europeo de Inmigración.
En cuanto a la inmigración legal, en camino está la tarjeta azul: un mecanismo mediante el cual se permite el acceso al mercado laboral europeo a inmigrantes altamente cualificados. Se supone que después de la total liberalización del mercado laboral para los ciudadanos de la UE –cuyo plazo es 2011– el mecanismo de la tarjeta azul (no verde como la norteamericana) podría comenzar a abrir las puertas de una vida laboral legal en Europa.
¿Menos cualificados, sin perspectiva?
No obstante, buena parte de los inmigrantes no son “altamente cualificados” y para muchos de ellos existe un mercado laboral en la zona invisible que son los servicios domésticos. Organizaciones de mujeres inmigrantes, como European Network of Migrant Women, abogan por políticas que tengan en cuenta el aspecto de género y las necesidades específicas de las mujeres.
Al respecto, Muñiz responde: “Sí, queremos que haya una atención especial para los grupos vulnerables, es decir una dimensión de género y de familia a la inmigración latinoamericana a Europa. Por eso creemos que los países miembros tienen que tomar en consideración los derechos de los niños, especialmente vulnerables, y la situación de las mujeres; la tarjeta azul está prevista para la inmigración legal de personas cualificadas pero también para la de personas sin cualificación. De todas formas tiene que ser vinculada al mercado de trabajo. Desde la legalidad, para la gente que está ya en Europa vinculada a condiciones laborales, sí hay perspectivas de futuro”.
Por ello, antes de la presentación de su informe en el seno de Eurolat, Muñiz –en representación del grupo de trabajo– declara: “Con este informe tratamos de superar las limitaciones de la Directiva de retorno en relación con la migración y proponemos la puesta en marcha de nuevos mecanismos para promocionar la inmigración legal, entre ellas, las políticas común de visados, la regulación por mérito individual o el reconocimiento de títulos académicos y cualificación profesional, así como la inmigración temporal y circular".
Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz