Los varios lados de la cooperación
13 de diciembre de 2011El crecimiento económico de América Latina está haciendo cambiar los parámetros de su relación con la Unión Europea. “Esa región es muy dinámica económicamente”, decía el Comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs, ante la comisión respectiva en el Parlamento Europeo. Piebalgs explicó allí el nuevo concepto con el que se manejará el presupuesto de este rubro para el período 2014-2020 del que se piensa excluir a diez países latinoamericanos. Es decir, no obtendrán más cooperación financiera directa.
Brasil, Argentina, Chile, México, Perú, Venezuela, Costa Rica, Uruguay, Colombia y Ecuador saldrían -en caso de que Parlamento y Consejo lo aprobaran- de la lista de ayudas directas a la cooperación al desarrollo; y aunque el monto total destinado a este rubro ha aumentado, ese continente ya no se ve prioritario en materia de cooperación.
Aparte de que el criterio es la tasa de crecimiento de la OCDE, “hay que reaccionar a los últimos acontecimientos”, explica a DW el europarlamentario alemán Manfred Neuser, de la comisión de Desarrollo (DEVE), refiriéndose a los cambios que se han dado en el entorno vecino a la UE.
“Y no se trata de una oposición entre regiones. Hay que ver que América Latina se ha desarrollado muy bien; hay que tener en cuenta que por ejemplo Brasil se ha convertido en donante. Y que, en la política de vecindad estamos frente a grandes retos que tocan a Europa directamente ante los cuales tenemos que reaccionar”, añade.
La región más desigual
Es decir, no es que la UE vaya a dejar de cooperar con América Latina favoreciendo otras regiones. Se trata más bien de que “en el futuro en materia de cooperación con estos países se van a abrir nuevas posibilidades. Con todo, hay demasiados países en América Latina que quedan fuera del reparto; además si bien es cierto que son países de renta media alta, siguen teniendo una gran desigualdad. La región del mundo con mayor desigualdad sigue siendo América Latina”, comenta a Deutsche Welle Ricardo Cortés Lastra, europarlamentario español, otro miembro de DEVE, haciendo hincapié en que debería tenerse en cuenta también otros indicadores.
Los sistemas de sanidad, la educación, la fiscalidad, las reformas tributarias, la distribución: estos son temas en los que, según Cortés Lastra, a través de la cooperación, el know-how europeo deberían seguir estando presente en América Latina. ¿Si no? “Corremos el peligro de perder un espacio que nos ha costado mucho conseguir”, responde el político español.
En cuanto al comercio y el desarrollo
Que Europa mide ya con otra vara a América Latina se vio ya cuando en el verano de 2011 se anunció el cambio en el sistema arancelario preferencial. Debido a indicadores de renta per cápita, varios países latinoamericanos, también a partir del 2014, tendrían que pagar aranceles por sus productos (en caso de que no medie algún otro acuerdo con el bloque europeo). Colombia, Perú, Panamá, Bolivia, Paraguay, Nicaragua y Ecuador saldrían de ese trato preferencial, definido también como cooperación al desarrollo.
"No nos pueden poner en en la misma canasta aunque se trate de países cercanos a nosotros como Perú y Colombia”, explicaba a DW en Bruselas la ecuatoriana Nathalie Cely, en ese momento ministra coordinadora de Producción, Empleo y Competitividad.
“Esto pone al país en una situación muy débil. Si realmente se quiere utilizar el comercio como una herramienta de apoyar el desarrollo de países que tienen asimetrías en comparación con la UE, debería tomarse en cuenta otros indicadores: Ecuador hace bien su trabajo en políticas públicas, mejora recaudaciones, mejora infraestructuras. Entonces, sus exportaciones aumentan; el país crece”, explicaba la economista ecuatoriana. Sin embargo, “haciendo eso estamos limitando el acceso de nuestros productos al mercado europeo, lo cual sí nos podría en serias desventajas con relación a otros países y eso generaría problemas en el comercio exterior””, expone la ministra. Cabe resaltar que, entreanto, un 40 por ciento de los productos no tradicionales del Ecuador tienen como destino el Viejo Continente.
Respuesta a la contradicción
¿Contradicción? No necesariamente, “está bien exigir de los países que se han desarrollado mejor se esfuercen más; en esos países hay suficiente riqueza. Con todo, en determinados temas, estos países van a seguir estando presentes en la cooperación europea”, opina Neuser.
No obstante, a pesar de las cifras macroeconómicas, “creo que estamos ante una gran oportunidad que podríamos perder, pues varios de esos países requieren del último impulso para desarrollar ellos mismos políticas de desarrollo”, opina Cortés Lastra para quien la cooperación para el desarrollo debería mantenerse más allá del 2014.
“Tendríamos que entrar mucho más en profundidad y no abandonarlos porque están justo en el momento en que pueden dar el salto como sociedad y ser una referencia también en el futuro en materia de cooperación. Tenemos la obligación de combatir junto con ellos la desigualdad”, dice Cortés Lastra concluyendo: “La UE y América Latina están en un proceso de gran apertura comercial que va a suponer mayor crecimiento. Por lo tanto, conjugar el aspecto comercial y el de cooperación es muy importante para el desarrollo ya no sólo de América Latina sino también de la UE”.
Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina-Valencia