Un inusual encuentro de obispos
23 de septiembre de 2013La asamblea plenaria de otoño de los obispos católicos alemanes, que empezó este lunes (23.9.2013) y durará dos días más, tiene poco de rutinaria. Esta es la primera reunión de quienes velan por el cumplimiento del Derecho canónico en las 67 diócesis germanas desde que el argentino Jorge Mario Bergoglio comenzó su pontificado y la última cita antes de elegir al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania en marzo de 2014. Eso le da a este encuentro un carácter político, aunque a los religiosos les disguste el término.
El golpe de timón atestado por el nuevo hombre fuerte del Vaticano hará que la agenda de la asamblea incluya nuevos puntos: a temas como la moral sexual y procreativa, la violencia física y el abuso sexual de menores en el seno de la Iglesia católica se suman otros como el papel de la misma en la defensa de los desfavorecidos y los perseguidos, su función ejemplar en lo que respecta a la humildad y la pobreza, y la dimensión profética del Evangelio. También está pendiente la continuación del diálogo cívico-religioso para la reforma de la Iglesia.
La agenda rebosa…
Desde 2011, obispos y laicos buscan la manera de que las exigencias de la Iglesia católica dejen de ser desafíos imposibles y consideren las circunstancias que rodean la vida cotidiana de los feligreses en el siglo XXI. En estas conversaciones multidisciplinarias también se busca abrir espacios para una mayor participación de la mujer en los asuntos eclesiásticos, para que los divorciados que se casan en segundas nupcias reciban los sacramentos y para que haya movimiento en cuestiones ecuménicas.
El actual presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, el arzobispo Robert Zollitsch, aseguró que se haría una “supervisión realista de los hechos”. Pero eso no es todo: en el encuentro que se realiza en Fulda, Estado federado de Hesse, habrá relevo generacional. Zollitsch, de 75 años, dejará de ser el obispo diocesano de Friburgo y otros dos cardenales –Joachim Meisner, de 79, y Karl Lehmann, de 77– se separarán de sus cargos. Y ellos son los últimos tres obispos diocesanos alemanes en haber sido nombrados sacerdotes durante el Concilio Vaticano II (1962-1965).
¿Ni “conservadores” ni “liberales”?
Los 25 hombres que actualmente lideran un obispado en Alemania tienen una edad promedio de 64 años. Eso quiere decir que ellos no vivieron directamente la sensación de revolución que generó aquel concilio reformatorio. La diversidad del tejido social en Alemania les es más familiar que a sus predecesores porque la conocen, o bien de sus días como estudiantes o bien de sus propias experiencias familiares. Un ejemplo representativo de esta nueva camada es el cardenal Reinhard Marx, de Múnich, quien cumplió 60 años el pasado sábado (21.9.2013) y podría convertirse en el próximo presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania.
Sin ahondar demasiado en detalles, los conocedores de la jerarquía eclesiástica germana sostienen que es difícil etiquetar a Marx como “conservador” o como “liberal”. ¿Es él una anomalía en el contexto de su generación o es ese el sello distintivo de sus contemporáneos? Quizás sea demasiado temprano para saberlo. En todo caso, los hombres de sotana entre los 55 y los 65 años están por comenzar a dejar su huella en la Iglesia católica de Alemania y en una sociedad cada vez más alejada de los templos religiosos.